Casi a punto de marchar de vacaciones me resulta imposible resistirme y dejar para la vuelta lo que hoy viene en los medios.
D. Gerardo (etimología germánica de este nombre - armado de lanza) Diaz Ferran; flamante y novel presidente de la CEOE, y como su nombre indica, guerrero hasta la mádula, se ha propuesto que el Estado les financie sus ganancias a trabes de: la rebaja de la cuota empresarial a la Seguridad Social; abaratamiento del despido, y otra serie de peticiones que hacen buenos a anteriores presidentes de tan insigne asociación.
Y Vds. dirán que a qué viene esto... pues sencillamente a que hoy si me he sentido motivado a retomar esta tarea a la cual hacía tiempo que no acudía; mi motivación se funda en la sentencia del Tribunal de lo Social nº 8 de Madrid, donde se ha visto la causa por despido de D. José Tomas - no el afamado torero - sino el sastrecillo valiente, empleado de "PARA SIEMPRE JOVEN" que sin meterse en política ha sido enredado en un lío monumental que le ha costado un pleito, que se ha sustanciado con un éxito casi como los que alcanza su homónimo el torero; 232.500 € de indemnización si no es readmitido.
Ahí esta el quid de la cuestión. Las diatribas de D. Gerardo sobre el coste del despido ya tienen base.
Un despido improcedente con cuarenta y cinco días por año trabajado y el máximo de nueve años nos dan un saldo de 4.3o5.555 de las pesetas, - de hace cuatro días, cuando entró en vigor la norma que la Jueza de lo Social ha impuesto -. Un sueldo anual que para un dependiente de comercio, aunque además sea y actúe como sastre me parece algo grande.
Y si mi opinión sobre el asunto que no es de un lego en estos temas se siente empujada a poner de manifiesto lo excesivo de la indemnización; no digamos nada de lo que opinará. Y las ínfulas que adquirirá D. Gerardo, para empecinarse en su reivindicación del abaratamiento del despido.
Esperemos que este planteamiento que yo hago con cierta ironía no sea portado a esa mesa de diálogo por tan insigne dirigente empresarial.
