A las dos semanas de ser investido como presidente del Gobierno de España, el Sr. Rajoy nos sorprende a todos con el cumplimiento de la promesa más rentable de las hechas en campaña. Subida de las pensiones.
Esa magra subida de un uno por ciento, se aleja de los pactos de Toledo, que garantizaban el IPC como patrón de las revisiones a los pensionistas. Pero sus mentiras quedan a medias. Ha subido las pensiones.
Como dijo Rubalcaba veremos dentro de dos años lo que depara el Gobierno a los pensionistas que hayan podido subsistir, esa revisión ¿en que consistirá?
Esto que relativamente es bueno, no resulta lo mejor.Lo mejor es que en ese mismo Consejo de ministros el Gabinete acuerda subir el impuesto de las rentas de trabajo y no lo hace con la misma racanería que con las pensiones; hemos pasado a ser el tercer Estado, después de Suecia y Bélgica en tasa de impuestos.
Si esa recaudación del dinero que cada español aporta al erario público es así de importante, deberíamos de ponernos a la altura de esos dos países en bienestar y servicios sociales así como en infraestructuras y otros componentes del avance de las sociedades modernas; pero me temo que no sea así; que continuemos en la cola de Europa. En el mismo medio se dice que Rajoy prepara ciento de miles de euros para socorrer a la banca. Ahí es donde van a ir a parar nuestros esfuerzos; ahí y a la corrupción. Que después de lo hasta ahora sacado a la luz y afectándoles como les afecta no ponen remedio, al revés, todo son cuñas a la rueda de la justicia.para salir impunes.
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