31.12.08

¡ BASTA YA !


No podía faltar a la cita del último día del año.


Éste de 2008, no ha sido muy pródigo en mis escarceos por estos lares de la blogosfera, sobre todo los últimos meses; pero no abandono, ¡ quiá !


Como propósito para el que va a entrar. Voy a ser más constante y si puedo original. Veremos si como con el dejar el tabaco, ir la gimnasio, etc., etc., lo cumplo.


Quiero en el último post del año desear a todo el mundo, un solsticio de invierno divertido. No me atrevo a más, ya que hay escritos, por todos los lados que auguran malas cosas en estas fechas; destrucciones familiares; muertes violentas y un largo etcétera de desgracias que se magnifican en las noticias de los mas-media, después de habernos aburrido con las imágenes del día 22 - primero del solsticio -. Este año solo nos faltaba lo de "la tierra prometida" para que la celebración fuera plena "Los Santos Inocentes". El mundo mirando para otro sitio, esperemos que como entonces la escabechina no dure mucho; aunque una corta masacre, detrás de otra, y otra, y todas las que van desde el aciago día catorce de mayo de 1948 - un año antes el placet - en que comenzaron los HOLOCAUSTOS de la tierra de Palestina, se equiparan al que esos sionistas pretenden que no se olvide el por ellos sufrido.
El enlace es premeditado, suscribo lo que dice Fran Sevilla, además me ahorro el escribirlo, por lo que le doy las gracias

Yo, hay veces que se me sube la susana y llego a desbarrar. Hoy en atención al bendito día de San Silvestre, cojo la capa y me voy.

21.12.08

ALUCINANTE















Estoy que no salgo de mis asombros. Día si, y otro también - esto me pasa por leer - me encuentro con cada cosa que me quita las ganas de casi todo.





El jueves pasado oigo que un preboste de la Iglesia Católica Apostólica Romana dice que en España se ha caído en la estadolatria - toma palabro - buscado en el diccionario el término, pasa como con la cristofobia de Cañizares; no existen. Y se quedan tan anchos los orondos cardenales.




¿Quizás están optando a un sillón en la Real Academia de la Lengua? Seguro que en tiempos pasados ha habido algún religioso que haya sentado cátedra en la filología; pero el actual camino no es el de avanzar en el idioma. Las palabras creadas, son de exclusión, y ese creo no es el espíritu de ese evangelio que tienen por bandera.




Si la palabra latría, equivale a reverencia ¿donde está la adoración reverente al estado? Cada ciudadano, en vez de adorar al Estado, lo vilipendia a la más mínima ocasión; cualquier motivo sirve para maldecir del Estado, y el que no lo maldice, se aprovecha de él. No me molesto en poner ejemplos por ser de público conocimiento las actitudes de todos los defraudadores que en el país existen.




¿Qué adoración, qué culto al Estado practican esos Jueces que nos amagan con una huelga, cuando ellos son Estado?




Otros que tambien adoran al Estado. Los banqueros, a esos, les importa un comino el que el Estado se hunda, si sus beneficios son los adecuados a su avaricia.




Los empresarios. Otros que tal, si su beneficio decrece, el Estado ha de asumir sus pérdidas, ellos no pueden mantener una empresa con una producción relentizada, para eso lo mejor es cerrarla y cuando venga la bonanza ya se vera, mientras tanto que el Estado se haga cargo de sus operarios.




Podría seguir con una larga retahíla de ejemplos, sin excluir a los que mayoritariamente forman el Estado, esos ciudadanos que sin ser nada sostienen ese Estado y a quienes van dirigidos esos ditirambos eclesiales.




Solo su Dios es digno de latría, el Romano, porque ni Ala, ni Buda, ni ninguno otro debe de ser adorado. Eso es otra forma de latría. Esa si viene en el diccionario EGOLATRÍA, de toda esa curia que pretende mantener su dominación a costa de todo. De inventar palabras, de humillar a los ciudadanos, de imponer por todos os medios su fe - recuérdese las cruzadas, la última la de 1936 - podría continuar pero una vez explayado no tiene sentido el continuar.




6.12.08

PARA CELEBRAR LA CONSTITUCIÓN








No se a otros, pero a mí me pasa. La memoria funciona con pautas distintas en cada persona. A mi me suele pasar malas jugadas; pero no la memoria, sino el orden.
Estos días he entrado en el mundo del mudéjar aragonés a trabes de la UEZ (Universidad de la Experiencia) donde para pasar el rato, estoy matriculado. ¡Ya voy en segundo! Lo de pasar el rato, es una forma de decir, y desde luego un rato se va entre ir, venir y escuchar. Pero es un rato agradable.
Como decía; por estas lecciones sobre el arte mudéjar y en asociación con lo escuchado, la memoria me ha traído la posesión de un libro, que versa sobre “El lazo mudéjar”
La publicación que data de 1995, pertenece a la Institución Fernando el Católico y obra en mi poder desde esa ya lejana fecha.
Yo sabia que la tenia; pero no sabia donde. Entre las lecciones y la obsesión de constatar lo dicho por las autoridades académicas de esta ciudad sobre ese tema, que yo sabia que tenia, he pasado un buen rato buscando el libro en cuestión.
Tenia idea de su volumen; algo más pequeño que un folio, su grosor más bien delgado ya que no se puede decir mucho sobre el lazo mudéjar, si no se quiere abrumar al lector no especialista. Para un carpintero (fustero), un albañil (alarife), etc., desde luego es poco voluminoso; pero para mí lo suficiente, además me ha permitido a trabes de su repaso volver a recordar y admirar la maestría de la geometría empleada por aquellos lejanos obreros.
Como se supone una vez encontrado, para lo cual has tenido que escudriñar en varios estantes, topas con otros que a pesar de verlos, también están arrinconados en tu memoria y descubres en el momento que buscas el otro.
Eso ha sucedido esta mañana dándome pie por la asociación de ideas para la conclusión, de este espacio.
Don Santiago Ramón y Cajal es el protagonista y el impulsor de la idea que me ha asaltado leyendo una parte mínima de sus escritos inéditos.
“PARA QUE TENGAMOS VIRTUDES CÍVICAS HAY QUE EXIGIR VIRTUDES EN EL HOGAR”
¡Toma lector! Clases de ciudadanía, oposición eclesial, oposición familiar, oposición social… y así hasta el infinito; como el lazo mudéjar.
Ahora entiendo esos ríos de tinta que llevamos derramados con la dichosa asignatura. La iglesia se opone porque si se ha de ser buen ciudadano, tiene que ser desde la casa donde se imparta esa educación, educación en que no estando de acuerdo, pretenden cambiar por su educación religiosa que es mucho más intransigente.
La familia “cristiana” que es la que, se opone… las demás familias, pasan y lo hacen precisamente en el sentido en el que incide Don Santiago; la familia se ha degenerado de tal modo que casi no puede imbuir virtudes entre sus miembros.
La sociedad también se opone, aunque no lo manifieste; ¿Por qué hay que dejar en manos del estado la educación cívica? Cuando como pensaba Ramón y Cajal, es la familia quien ha de impartirla. Por eso unas pasan; prefieren educar en el consumo. Da prestigio. En la tolerancia. Quita hierro a los propios errores – si no funciona nuestra familia con tolerancia y educación nos divorciamos y santas pascuas – Este es el quid de la cuestión. La ciudadanía a nadie le importa.
Si se venden sprays, que le importa al comerciante que las paredes de la ciudad estén horribles. Que le importa a la sociedad… mejor a las sociedades minoritarias incardinadas en la sociedad, el civismo, si se les permite importar criaturas como si fueran objetos, o adquirirlas contra natura.¿ Para qué? la ciudadanía si se permite el robo, expolio, prevaricación, soborno y toda una serie de defectos sociales, que antes lo son individuales y primero familiares.
Razón tiene Don Santiago Ramón y Cajal; no en vano fue el primer español dignificado internacionalmente y el primero también en muchas más cosas, de las que algunas dejaron huella y otras quizás por poco difundidas han pasado inadvertidas. Como este pensamiento.