5.1.10

DERECHOS DE AUTOR


Esta mañana me ha sorprendido la reflexión del compañero Juan Carlos Rodriguez Ibarra en torno al debatido y hastiante asunto de los "derechos de autor". Después de su atenta lectura he llegado a la conclusión de que en este momento y como él dice; yo estoy creando, y no tengo ningún derecho a lo creado ya que como no soy autor, y además lo estoy haciendo en un soporte exento de registro, no tengo derecho a esos derechos.

Don Juan Carlos en su reflexión, encaminada no al cobro; sino al pago de esos derechos que generan los autores creadores, lo explicita de una manera muy suya; sin reflexiones filosóficas, ni alharacas lingüísticas, con un ejemplo muy sencillo.

Lo malo es que si la SGAE, hace suyo el ejemplo estamos perdidos. Nos pasara como con la creación del renacentista Michelangelo Buonaroti, que durante sus ochenta y ocho años comió a costa de los Medicis, los Papas y otros mecenas italianos y esos fueron sus derechos de autor; ni para él ni para ningún allegado quedó una renta por la obra realizada. Pero mira aquí, que la universal sociedad general de predicadores, timadores y córvidos, consideró suyas las obras salidas de la creación de Miguel Ángel, no en vano lo habían mantenido durante tiempos y ahora esta haciendo caja continuamente con esa Creación de Adán, ese Moisés, esa Piedad, que debe de recaudar anualmente una ingente cantidad de, antes liras, ahora euros.

Se me puede argüir que los tiempos han cambiado y que ahora no hay mecenas que alimenten a los artistas y yo me pregunto,¿un Reverte, un Marías, un Saramago, o quizás Don Camilo José rebajarían ahora por la comida y las prevendas?

Seguro que nó. Ahora bien; la creación es un acto íntimo, egoísta y si no hubiera que comer y además bien quizás con ese pago espiritual el creador se conformaría en tanto sus necesidades estuvieran cubiertas aunque fuera malamente, como ocurría durante el romanticismo.

El siglo XX - nació la Sociedad de Autores el último año del XIX - nos trajo ese elemento que distorsionado a trabés del tiempo ha pasado de ser una defensa de los músicos y escritores, a convertirse en un enemigo de los ciudadanos.

La última noche del 2009, en TVE, nos dejó un squet genial sobre este asunto del ciudadano agredido por la SGAE, y si ahora recogen la idea del comapñero Rodriguez Ibarra vamos dados.