Hace medio año que no me acercaba por estos lares de blogmania. Si mis cinco últimos post eran de cañas, ahora rememorando a un radical español de entre siglos 1867/1928 uno de cuyos títulos literarios compone las entradas pasadas y las que actualmente voy a desarrollar; Cañas y Barro.
Las anteriores cañas junto con los barros de este momento; o también algunos polvos, que todo puede ser; me van a dar espacio para además de retomar mi diván particular, que hay que ver como está el cotarro.
Primer polvo y consiguiente barro.
Iba a correr el año 1998 y el cuatro de abril mediante la ley 6/1988, justo a los dos años y un mes - parece una condena carcelaria; pero no lo es - de la ascensión al poder de D. José María Aznar; se produce un vendaval que arrasa con una ley vieja y que regulaba tanto la propiedad como el uso del suelo.
Hasta entonces el suelo era de dos clases. Rústico o urbano, desde entonces, fue de tres. Rústico, urbano o urbanizable. Entonces todo aquel que tenia suelo, comenzó con el negocio y con las aberraciones. Hay un principio comercial que dice que la oferta crea la demanda, y así fue; se ofertó suelo a lo largo y ancho de la península ibérica, y claro está, el negocio no iba a ser solo para los del suelo, entraron en competencia otros negociantes. Ayuntamientos escúalidos de presupuesto, especuladores de todo tipo y condición y los BANQUEROS.
Al principio todo iba bien; pero la avaricia de todos los intervinientes en el asunto se disparó y ahora tenemos un barro de mil pares de... lo que se quiera.
Familias; sobre todo familias, que están sufriendo una situación que aunque incoscientemente ellos han creado, no son los principales actores de la comedia a la que le podríamos pones el título de la de Molier, "EL AVARO", en este asunto en plural y enlazado con las anteriores negritas.
Entró Jesús en templo de Dios y arrojó de allí a cuantos vendían y compraban en él, y derribó las mesas de los CAMBISTAS... (Mateo 21.12) Estas terceras negritas, por si hay dudas ahí van una serie de sinónimos del verbo cambiar, los ponga todos los que se y Vds. mismos: Alterar, alternar, cambalachear, camuflar, canjear, conmutar, chalanear, deformar, desviar, disfrazar, enmendar, metamorfosear, modificar, mudar, permutar, reemplazar, reformar, relevar, renovar, subrogar, suplantar, suplir, sustituir, transformar y trasegar.
Como se puede aprecias hay sinónimos adecuados y otros que lo son menos pero todos tienen que ver con lo mismo el ya casi en desuso cambista cuya función era la del cambio de dinero - futuro banquero, en el versículo de San Mateo - y asi podemos conformar una oración de este cariz. Don Agapito Pernales de la Corcuera, chalaneó con unas tierras de sus antepasados en la costa del levante, conmutandolas con Don Juan de Dios Garcilope Perez, cuyo padre aún vivo se había dedicado toda su vida a la albañilería y que trató de inculcarle al hijo el oficio; pero ese hijo prefirió dedicarse al trasiego de objetos como podían ser solares, juntados D. Juan de Dios y D. Agapito Pernales y con la ayuda del señor Jacinto Ruiz Martinez, a la sazón tenientealcalde del lugar y poniéndose manos a la obra, reformaron el concepto de rústico que hasta entonces habían tenido las tierras heredadas por Don Agapito en tierra urbanizable y junto con otros varios personajes del entorno suplieron aquella rémora legal en una brillante urbanización de chalecitos adosados.
Don Segismundo Maturana Hernandez por entonces director de la sucursal 123 del banco de las Maldivas - actuante en España desde 1895, y que se había creado una buena reputación como cambista - intervino en el asunto, pues algún capital necesitaban los anteriores y al tener parte en el asunto, puso su arte al servicio de la alteración que entre todos habían mudado de aquel pedregal en una urbanización de lujo, cerca del mar - a 30 Km - . Ahora falta el actor secundario o "augusto" y estos entre otros fue Don Enrique Benito Andrés, casado, dos hijos, empleado de la droguería del pueblo vecino que harto de tener que desplazarse todos los fines de semana 50 Km para ir y los mismos para volver a su casa; si no tenia que hacer algún viaje más por la mala cabeza de cualquiera de los miembros de la familia que con las prisas se habían olvidado de alguna cosa imprescindible para el ocio; además tenia que dormir la siesta de malas formas, en una toalla que no le preservava del desagradable roce de la arena; lo mismo durante la comida, que no sabia como pero siempre se le introducía en la boca algún granillo junto con el bocado de ternera empanada. Estos eran a grosso modo sus argumentos, los demás, cada uno tenia uno con las mismas razones de peso que Don Enrique y así con razones abrumadoras, los treinta futuros vecinos de la urbanización "El Edén" de Villachica Juntoalmar, todos subrogaron con el Sr. Maturana su derecho a la alicuotaparte del suelo de el Edén por una hipoteca que les cubría el pago de su parte de construcción y el disfrute de la tranquilidad que comporta la consecución de un deseo.
Pero ete aquí que Don Enrique, tuvo que abandonar el puesto en la droguería por razones económicas del su jefe que prescindiendo de él saneaba su negocio y entro en la espiral del trasiego y se quedó sin chalecito y con una deuda del 80% de lo que había pedido a Don Segismundo y que como los otros vecinos aunque los motivos no fueran los mismos exactamente se vieron desposeídos de su bien y deudores del banco de Las Maldivas.
El banco a su vez tuvo que recurrir a fondo de rescate creado a la sazón para mitigar las enormes pérdidas de los bancos y que los ponían al borde de la bancarrota ya que sus clientes lo que le pedían era dinero y no chalecitos y él tenia lo segundo y no lo primero, así que cuando algún cliente se decidiera a pedir su deposito el banco quebraba. Camuflado el asunto por los políticos con el argumento de una crisis mundial, estos son los barros que trajeron las líneas publicadas en el BOE aquel 13 de abril de 1998 por el Sr. Aznar, que en estos momentos está dispuesto a salvarnos con otra de sus recetas mágicas que estos zotes de socialistas no saben hacer.
