30.7.06

Viaje y memoria


Le he cogido gusto a esto del blog.
Hoy quiero contar una anécdota de mi vida relacionada con un viaje y un tema de actualidad sobre todo hoy domingo día 30 de julio en que el gobierno de España ha remitido al Congreso de los Diputados un proyecto de Ley para resarcir a los represaliados y muertos del bando republicano desde el treinta y seis hasta que murió el último de los culpables de la guerra civil.
Lo referente al viaje trata de una escapada a Sigüenza realizada el día dieciséis de este mes. Después de haber visto desde la butaca del ferrocarril durante más de veinte años la maciza silueta del la ciudad e incluso haberse detenido el tren en su estación; esta reiteración habían creado en mí el deseo de visitarla, pero como los viajes tenían un destino y un objetivo concreto el desplazamiento por razón de trabajo a Madrid, la parada en Sigüenza se posponía de una vez a otra (esto siempre en mi mente)
Pasado el tiempo de nuevo al desplazarme a la capital de la nación ahora por motivos familiares, he mantenido el deseo de hacer un alto en el trayecto y visitar esa ciudad, ahora bien. El deseo se ha visto dificultado con las nuevas estructuras de comunicación; los AVE ya no pasan por la estación de Sigüenza, ahora tienes que hacer un viaje distinto y ex profeso.
Los horarios de estos transportes no sé quien los fija, pero no pueden estar peor organizados. Para desplazarte desde Zaragoza a esa ciudad tienes que o pernoctar necesariamente en la ciudad o si no hacer un viaje de los antiguos. Doscientos Kilómetros en tres horas con parada en todos los pueblos del trayecto y una hora de espera para enlazar con otro tren que te deje en la ciudad de Sigüenza.
Por fin tu objetivo cumplido. Después de la peripecia del viaje, vas a pasar un tiempo en esa ciudad que desde antiguo te había fascinado. La estancia no te decepciona, buena comida, edificios señoriales, iglesias vistosas, casas rancias en su estructura, calles de antiguo trazado, todas hacía arriba – el final del poblado es el castillo, hoy complejo hostelero – a pesar del progreso del terreno merece la pena, sus estrechas calles con arcos que comunican unas con otras ganando espacio constructivo y dedicando la pared de esa habitación de más a la devoción mariana en casi cada uno existe un altar dedicado a una virgen.
Pero lo que más te sorprende y aquí viene la segunda parte es el nombre de una calle con la cual frontera con el castillo rememora a los Mártires entre paréntesis 28 agosto 7 de octubre 1936.
Te preguntas que tipo de mártires serán aquellos a los que se ha dedicado una calle. La fecha te aclara alguna duda, pero necesitas saber algo más. De cualquier forma sacas la conclusión de que serán esos mártires personas adictas a los postulados de la derecha, protagonista consentidora y alentadora del aquella rebelión y para no olvidarlo haces una fotografía.
Concluido el viaje y en tu casa buscas la información que te conduzca a esclarecer el martirio. Consultas los libros sobre el tema militar, político e incluso entras en el santoral; ya que la palabra mártir la asocias con la iglesia. También consultas la nueva herramienta INTERNET y aquí encuentras la respuesta. Los mártires son 935 innominados y Eustaquio Nieto Martín, él resulta ser el obispo de la diócesis de Sigüenza – Guadalajara .
Colmada tu curiosidad sigue buscando y encuentras hasta artículos en italiano que te ilustran del proceso de santificación que emprendió el anterior Papa.
Y aquí mi conclusión ¿ Porqué la actual derecha no quiere que se dignifique a los otros mártires?
Los suyos llevan muchos años disfrutando de dignidad, honores y recuerdo; los otros fueron masacrados enterrados vilmente y borrados hasta de los registro civiles, creo que es hora de que se les reconozca y se les restituya su dignidad de seres humanos.

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