17.9.08

Fin de Verano


Quedan cuatro días para que se acabe la estación mágica. La que moviliza a la humanidad, en dos sentidos. La rica se embarca en lujosos cruceros, viajes a países exóticos, o cuando menos retorno a las raíces; léase vacaciones en el pueblo.
La pobre, también se moviliza y aprovechando la calma marina embarca en "cayucos" para alcanzar una felicidad que les han puesto delante de los ojos, o que les entra por los oídos a trabéis del transistor.
luego a ambas humanidades les sucede lo mismo. Ni el crucero es tan maravilloso como lo pone el folleto; ni desde luego el primer mundo es la panacea del hambre. Dos espejisms a los que nos cuesta renunciar, tanto a unos como a otros.
El que realiza el crucero cuando retorna o si no le apetece hacerlo vive de maravilla en su nueva residencia.
Por el contrario el que su derrota viene desde el occidente africano, aun consiguiendo la llegada, ¿salen de su inopia? Algunos sí otros malviven casi en las mismas condiciones que en la tierra que dejaron atrás.
De esos que consiguen una integración y que como antaño nuestros paisanos viven entre nosotros y adquieren derechos como cualquier españolito de bien, después de religiosamente y sin escaqueos pagan sus impuestos. Cuando como a cada español le puede suceder pierde su medio de subsistir, han de renunciar a sus prestaciones porque hay un señor que en aras de la convivencia y arrogándose la palabra de millones de españoles dice que es inadmisible que mientras veinte mil españoles van a vendimiar a Francia haya ciento veinte mil extranjeros cobrando el desempleo.
Luego aduce que ha sido malinterpretado que él no quiso decir lo que dijo. Ahora su oposición es más civilizada.
Cuando ese mismo señor habla de economía, después de desgranar la lista de desastres que ha leído por la mañana en los diarios, se suelta con una ingeniosa frase. El problema de la economía no es otro que usted señor Zapatero.
Otro dato de distensión en la política española. Claro como han logrado colocar en el Consejo del Poder Judicial a un orondo abogado con el solo mérito de haber sido diputado por el PP, y luego a otros tan notables amigos, hasta nueve en total, ya está normalizada la vida política.
Solo falta para la total normalidad que en vez de "usted es el problema" lo cambien por vayase Sr. Gonzalez. Perdón por el lapsus Sr. Zapatero.
Ya se han moderado los señores de la derecha. Mientras todos aquellos que quieren enterrar a sus muertos, son unos resentidos que no quieren más que venganza.
Bien por nuestros políticos. Sobre todo por los de esa civilizada derecha española, que se codea con lo más granado de la derecha europea; pero no aprende nada de ellos. O si aprende algo es lo peor de Berlusconi, Sarkosy, Lepen y ese etc. de innombrables personajes que dignifican la acción política en este momento que nos toca vivir.

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