8.3.09

NO QUERIA PERO...

(En el callejero zaragozano desde los años veinte del siglo XX)

No quería entrar en el debate, por creer que es además de inútil manido; pero no me queda más remedio.
La prensa nacional y sobre todo la local han recogido una decisión que ha suscitado polémica a más no poder.
El tercer alcalde socialista de la ciudad de Zaragoza, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, propone la erradicación de cuarenta y seis calles adjudicadas por el régimen franquista a otros tantos personajes afectos a ese régimen.
Nuestro buen hombre tiene la mala suerte de adquirir un compromiso con una institución poderosa, pero algo devaluada en el sentir general. Se compromete con el director de un colegio mayor dependiente del OPUS DEI a dar el nombre del santo fundador a la calle en que se ubica, y que por imperativo legal ha de ser cambiada de nombre.
Ese compromiso se airea y sienta mal en los mentideros zaragozanos a tal punto que el Sr. Alcalde, en un arrebato tilda de "SECTARIOS E INCULTOS" a los que se han lanzado en tromba contra la denominación de dicha calle.
Yo que no me tengo por inculto, y sectario tampoco lo soy, ya que no pertenezco a ninguna de las que existen, ni hago piña con nadie por nimiedades. Pretendo; no sacándole la cara al Alcalde, que suficiente es él capaz; poner en conocimiento del personal, lo que me creo autorizado a decir.
Desde el año 1900 al año 2000; cien años Zaragoza sufrió una serie de cambios en la denominación de las calles que a mí me han dado para un libro de ciento noventa y cinco páginas publicadas y otras cien que no se creyó conveniente hacerlo. Un siglo repasado en ese asunto dá para almacenar mucho material y ver como se desarrolla la vida en la sociedad de esta ciudad.

Pues bien; he llegado a la conclusión de que con el transcurso del tiempo la sociedad zaragozana ha evolucionado tanto que ahora quiere intervenir en la adjudicación de los nombres de las calles.


En 1863, la sociedad zaragozana de entonces; también acatando una real ordén, entró a cuchillo en el callejero de aquel tiempo y de un plumazo sustituyó el nombre de casi todas las calles que la ciudad tenía, aprovechando esa circunstancia se colaron en el callejero y se perpetuaron - todavía existen - todos los héroes de los sitios. Hombres y mujeres;clérigos y seglares; militares y paisanos. En aquel tiempo parece ser era lo que tocaba. ¿Yo que tengo una opinión contraria al ensalzamiento de aquella historia, he de soportar su presencia? Pues sí. He de soportarlo porque es un trozo de la historia de esta ciudad.


Otro cambio que se produjo, cuando el país avanzó en política 1931 fue poco después destruido, por según el lenguaje oficial de aquel momento ofender al espíritu del movimiento. Eran nombres como Galán y Gracia Hernadez, Jaime Vera, Pablo Iglesias, Emilio Castelar. Nombres alegóricos como Cinco de Marzo, Libertad, Constitución, Veintinueve de Septiembre, así hasta, más del ciento en una primera tacada, luego hubo otra y después cuarenta años de adjudicaciones de nombres de gentes del rñegimen.


El primer alcalde socialista que tuvo la ciudad - Ramón Sainz de Varanda - nada más acceder al gobierno de la ciudad, él y su grupo, siguiendo la norma cambiaron el nombre a siete calles. Después al ampliarse la ciudad la concejalía de cultura tuvo que adjudicar nombres a una serie de nuevas calles que se habían abierto en el polígono Actur, estas salieron a los callejeros sin pena ni gloria...pero ¡ete aquí! Que si no hubo debate público si lo hubo político y ante la propuesta de la comisión correspondiente de adjudicar el nombre de Pablo Iglesias a un andador particular dentro de un bloque de viviendas que el sindicato socialista había promocionado para sus afiliados; resultó que el concejal por el partido regionalista aragonés; (PAR) Isabelo Forcen se sintió tan ofendido que suscitó un debate que viene reflejado en las actas municipales en el tomo XII correspondiente al mes de diciembre de 1982 y cuyo enlace ahí está puesto para que el curioso se entere (fondos digitalizados, libros de actas, siglo XX) .


Las calles se nominan según la Ley a instancia de parte, o por iniciativa de la corporación municipal.


Yo he visto muchos papeles que recogían peticiones de nombres de calles; unos prosperaron y otros no; pero no tengo noticia que ningún nombre propuesto haya suscitado la polémica que el de San Josemaría Escribá de Balaguer.


Yo digo ¿quien de los que se sienten ofendidos por ese rótulo no han pasado por Torreciudad?


Quizás el momento presente no sea el más adecuado para el rótulo. El ataque que la Iglesia está haciendo a la sociedad civil no permite la benevolencia con su idea. De acuerdo; pero de ahí a refutar una petición hecha en forma, y aireada con no se sabe muy bien con que intenciones, y acusar al Alcalde de todo lo acusable va un trecho muy grande.


¿Quien es el Alcalde para comprometerse a nada, con nadie que no sean sus electores? Esa pregunta de difícil respuesta siempre quedará en el haber de nuestro Edil, creo he dado datos para reflexionar y sentar el corazón cuando llegue la reválida a su labor, espero que como con las tormentas, haya llegado la calma y este rifirrafe, quede en una anécdota de las muchas que la gobernanza da para la posteridad. Peor seria lo que está sucediendo con alcaldes de la provincia de Madrid y de otros lugares. Aquí aun tenemos suerte y podemos confiar en la honradez, lo demás pamplinas.

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