30.1.08

NUEVOS IMPERIOS

Llevamos un par de días con un machaqueo. Los accidentes automovilísticos cuando afectan a un peatón u otro ser inferior al automovilista, siempre son culpa del débil; el que sale indemne puede reclamar daños y perjuicios, aun cuando la otra parte haya fallecido a consecuencia del encontronazo.

El Real Automóvil Club de España, el mismo organismo en Cataluña han realizado un estudio en el que sus asociados reales salen bien parados ya que, del 15,7% de los atropellos de peatones que se producen en España, el 91,5 % se debe a que estos peatones cruzaban por el sitio indebido.

Un párrafo del artículo que desarrolla este - Aviso a navegantes; perdón caminantes - que firma Elsa Granda hoy en El País, tiene este tenor. [ Cruzar los semáforos en rojo, no comprobar si se aproxima algún vehículo aunque tenga prioridad (quiero entender el peatón) y, sobre todo, cruzar la calzada en zonas no habilitadas para ello son los comportamientos habituales de los usuarios de calles y carreteras] También Consumer Eroski nos ha estudiado a los peatones (90.000) y concluye que los viandantes no somos conscientes de que nuestras imprudencias pueden costarnos la vida.

Menos mal que al final del túnel se ve la luz. En el periodo de tiempo transcurrido entre el año 2003 y el 2006, los peatones nos hemos concienciado de tal manera que nuestras muertes por ser peatones han descendido un 22% ¡Aleluya! también el director técnico del RACC rompe una lanza en favor de los peatones. [el que en determinadas ciudades los pasos de cebra estén muy lejos entre si, lo que obliga a los viandantes a cruzar por lugares prohibidos]

Nada se dice de las velocidades inadecuadas en las vías urbanas, nada de la incivilidad de algunos conductores, nada de la invasión por los vehículos de las zonas peatonales, en fin; nada de culpabilidad del lobi automovilístico. Y aquí viene lo del huevo y la gallina; pero más fácil. Hasta 1904 el coche era un lujo; pero llegó el Sr. Ford y la fastidió; democratizó el auto.
Desde entonces el inmóvil se ha ido haciendo más potente, más imprescindible, más lujoso; y sobre todo más poderoso; mueve una importante industria y produce una ingente cantidad de impuestos, tasas y gabelas, de las que se benefician los estados y algunos que no lo son pero también salen beneficiados en demasía.
El peatón, que aun contibuyendo al mantenimiento de esos estados que solo legislan para quienes les dan más beneficio, se olvidan del que fue el primero. El peatón que fue el primero, es olvidado por todos y cuando cae es vilipendiado por, temerario por, inepto - mayoritariamente, viejos y niños - o lo que es peor por incivil; cruza por donde le da la gana.
¿ Y por qué todo esto? Porque hay un "ciudadano" que se dice acosado por la sociedad cuando él con un cinismo que no tiene calificativo, tiene el ¿valor? de demandar a los padres de un débil, - en este caso un ciclista - Por cierto, circulaba sin los aderezos que para enriquecer a algunos, los estados se han encargado de hacer imprescindible para circular en vehículo de dos ruedas, sea este de tracción mecánica o de sangre, y este es su argumento para pedir daños y perjuicios en su flamante Audi, que resulto dañado por el imprudente ciclista que circulaba sin su chaleco reflectante, no debía llevar casco tampoco, y lo que no llevaba era una coraza, que lo protegiera de los desaprensivos que por la sola razón de tener un potente coche, se creen los reyes del mundo, cuando no son masque unos irresponsables y unos chulos.

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