QUE NO NOS VENGAN CON HISTORIAS

¡ Esta es la historia que vale!

¿Tenemos que esperar a que se muera D. Manuel para recuperar la otra historia?

Parecía que D. Quijote cabalgaba de nuevo por los campos de Castilla – no se olvide que Madrid es Castilla – y que por fin en un alarde de caballerosidad, al nombrarse competente él para deshacer el entuerto de cuarenta años, por fin se iban a cerrar al mismo tiempo heridas sangrantes y páginas de historia que no debieron escribirse nunca.

Mala suerte. La sombra de D. Manuel, como la de aquellos molinos manchegos, ha podido con su arrojo, y ha decidido que no es competente para nada. Ahora lo serán una pléyade de funcionarios burócratas con puñetas, que cuando algún atrevido ciudadano se decida a invocar su justicia, en pro de la memoria de su o sus muertos; asesinados por hordas descontroladas, ese hijo de la carrera, le pondrá una serie de inconvenientes que acabaran con su paciencia, sus ganas de justicia, y con sus ilusiones.

Es curioso que mientras este hombre. El juez Garzón; meditaba sobre su embrollo judicial, una insigne persona – por llamarla de alguna forma y que no se ofenda – tenia la desfachatez de decir que el causante de todo este embrollo – Franco – era socialista.
Otro correligionario de la ínclita Dª. Esperanza, pide que en el lugar más sagrado de la democracia se coloque una placa en honor de una monja fanática, que había nacido en los aledaños de ese templo de la convivencia; pero como al crecer el volumen del mismo, ha absorbido el edificio en que nació tan genial santa, tiene que ser en un edificio público donde se coloque un homenaje que si no mediara la controversia actual habría sido obviado, como lo ha sido hasta ahora, desechando ocho años en los que el proponente de tan beatifico homenaje tenia el gobierno de la nación, cuando se produjeron los dos hitos en la fama de esta fanática mujer. Su beatificación en 1998 dos años de gobierno de D. José María; su santificación 2003, tres años de absolutismo de derechas. ¿Y entonces, no se sabía que sor Maravillas, había nacido en los aledaños de la carrera de San Jerónimo? ¿O era que entonces no se tocaban las narices, a una sociedad que quiere quitar lastre para poder navegar en el mar de la historia?

Estas dos preguntas tienen una sola respuesta. Esa sombra de un hombre que podría verse inmerso en un proceso penal. Firmó varias sentencias de muerte como miembro que fue, del Consejo de ministros, cuando todavía aquí se ajusticiaba, por fusilamiento, – Julián Grimau † 1963, Fraga llevaba un año de Ministro de Información y Turismo, y ocho de Procurador en Cortes, y con toda su democracia a cuestas ni propició en aquel remedo de Cámara, un indulto para nadie, ni le tembló la mano cuando tuvo que estampar su firma en el acta del consejo, que daba el plácet a la citada ejecución –.

Solo nos faltaba Dª. Espe, revisándola; va a dejar pequeños a Moa, Vizcaíno Casas y otros. Esa parece ser la historia que vale, la de ellos. Esperan que la desmemoria se apodere del imaginario común para que su historia permanezca.
Siempre se ha dicho que la historia la escriben los vencedores; pero también es cierto que cuando pasa el tiempo y se revisa, esa historia, cambia muchas perspectivas y entonces se puede escribir otra historia nueva, y esa es la cuestión que a la derecha actual le molesta, que en esa revisión salgan perjudicados patrimonios económicos ya que la moralidad de los personajes que intervinieron en aquella ocasión, y que indudablemente han trasmitido a sus descendientes.

Por el contrario los que fueron vencidos, aun no habiendo sido de los más perjudicados en su situación familiar, han llegado a olvidar de tal forma lo sucedido entonces que se niegan en muchos casos a testimoniar de lo que directamente les atañe.