15.1.09

¡¡¡JUSTICIA!!!


Llevo unos días que durante la mañana hago el propósito de ponerme a decir algo; pero enseguida se me llena la cabeza de improperios, que ciertamente no son aptos para expresar ideas.




Hoy voy a hacer un esfuerzo de moderación, ya que aun habiendome exaltado un poco por la mañana, luego he ido bajando los fuegos y ahora estoy aplacado.




No se quienes siguen el asunto de los jueces, ni cuales son sus fuentes de información. Yo si que lo sigo y mi fuente es el diario El País, además de la cadena SER. Hoy no creo sea para darle carpetazo; pero la información que sobre el asunto daba el periódico, pone de manifiesto la desidia que acompaña a esos jueces corporativos que se sienten ofendidos cuando se hace una crítica de sus opiniones o sus acciones.




En primera "El desafío de los jueces coincide con el mayor colapso judicial" Los asuntos pendientes alcanzan ya un récord de 2,5 millones.




Después y solo pongo los encabezamientos de los artículos en la doce, dedicada exclusivamente a el asunto de los jueces. La rebelión por un lado y la metedura de pata del preclaro juez Tirado, que además a la secretaria de su juzgado la sancionan por una falta que ahora se ve que no cometió ya que en el paso a paso del asunto se dice...La secretaria no tramitó la busca y captura porque el juez no la dictó... ¿Ahora que pasa con esa sanción impuesta a la funcionaria? Entonces se revelaron los trabajadores, ahora y por raras cuestiones pretenden revelarse los que ostentan uno de los poderes del Estado, por que se les ha criticado su falta de ecuanimidad en un asunto que clama al cielo.




Claro como a ellos no los puede despedir nadie. Ellos como la jerarquía eclesiástica son infalibles... y cuando fallan esta la corporación para guardarles las espaldas.




Este asunto de los jueces y los juzgados me ha traído a la memoria un asunto sustanciado en los tribunales gallegos allá por finales de los ochenta o principios de los noventa. El asunto se suscitó por el incendio de un buque el 23 de noviembre de 1987. Los trabajadores de la empresa Alumina Aluminio se vieron afectados, y dedujeron perjuicios para su salud por, lo que el Comité de empresa decidió parar las instalaciones y evacuarlas, en evitación de posibles males para la salud de los trabajadores.


La empresa; como no, se vio ofendida en sus objetivos y su potestad de mando y acuso a los trabajadores de un perjuicio que valoró en 22.000 millones de pesetas de entonces.


El asunto concluyó en los tribunales, con el despido y algún encarcelamiento de los veintitrés miembros de ese Comité.


¿Era justa la decisión del juez que dicto los despidos?


Pero. ¡Tate! Al igual que Don Quijote cuando topa con la iglesia aquí hemos topado con la justicia; pero no por este caso ya olvidado por casi todos; si no por las tropelías que ellos mismos - los jueces - cometen hacia el común de los mortales.



Tengo que reconocer que soy lego en leyes; no obstante el sentido común y la ponderación de los hechos que acaecen diariamente y la edad - no en vano los antiguos celtas y germanos tenían sus consejos de ancianos, que dictaban justicia - me llevan a considerar que, estas altas personalidades; revestidas de boato; inasequibles para el común de los mortales; imbuidas de ciencia infusa y razón sobrenatural; se equiparan a otros circulos cerrados - léase Iglesia, Ejercito, etc. - y como son intocables allá nos las apañemos los demás.


Querría que como en los EE. UU. los jueces fueran por elección. Otro pelo nos correría; más a ellos que a nosotros.


Querría que con mis impuestos no se les dotara a estos Srs. jueces con medios informáticos que en vez de emplearlos para lo que deberían de serlo; se empleen en conspirar contra los ciudadanos - la Intranet del Ministerio de Justicia, que como es de suponer no es accesible para nadie excepto ellos y algún atrevido hacker, que se atendrá a las consecuencias -. Veremos en que concluye todo esto






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