INTRASCENDENCIAS CIUDADANAS

Ya se ha dicho bastante en Zaragoza sobre el cambio de denominación de unas cuarenta calles en las que se ha cifrado el cumplimiento de la denominada ley de memoria histórica.
Hace ya tiempo me dedique a este asunto y entre los documentos municipales que consulte encontre los argumentos que en otras épocas se esgrimieron para cambiar los nombres de las vías zaragozanas que de tiempo en tiempo se han venido dando.
Además de los documentos dichos hube de consultar algún que otro callejero. El primero de ellos un facsimil de uno editado despues del abandono de la ciudad de las fuerzas de ocupación francesas; este callejero en su última hoja tiene un apunte manuscrito que dice: Se compro en la librería de Yague sábado 29 de Nobiembre de 1817 costo 1 quartos.
En este callejero hay referenciadas noventa y dos entradas entre calles y plazuelas; entre estos noventa y dos nombres que después se dan sus situaciones espaciales y que son todas ellas del siguiente tenor: Calle de la Ilarza Esta calle empieza desde el Mercado la segunda, empezando desde donde venden los Caracoles; o Calle del Sacramento Esta calle está muy próxima al Mercado, y cruza de la calle de Predicadores a San Pablo; otra dice: Calle la Luna. Esta calle está tras la torre nueva, y sale a la calle Contamina; o Calle de las Cortesías Esta está al lado de San Lorenzo saliendo à la Plaza de la Magdalena.
Todas ellas subsisten en el callejero después de doscientos años; todas excepto la de la Ilarza cuyo nombre gremial fue sustituido en 1863 por el de la heroína de los Sitios Casta Alvarez, las demás siguen con su nombre aunque una de ellas, la dedicada al satélite terrestre ahora está dedicada a un músico con ese apellido y que ya en esa fecha de 1863, sufrió una trasformación y fue dividida en dos trozos manteniendo uno el nombre de la Luna y a otro le dieron el de otro héroe de aquella cercana guerra contra el francés.
Años más tarde. Mucho mas tarde; el archivero municipal, incluía entre una nómina de nombres "Intrascendentes" casi todos estos y algunos más que no plasmo por no hacer interminable la nómina; pero que incluían Lirio; Rosa, Laurel, Lucero; la nombrada Luna, Pino, Porvenir, Perro, y así hasta ochenta. Esta propuesta de supresión es realizada en el año 1930.
Antes en 1863 como ya se ha apuntado y en cumplimiento de una Real orden emitida en 1858 y que tardó cinco años en ponerse en práctica en Zaragoza se cambio el nombre de bastantes de ellas en honor de aquellos ciudadanos zaragozanos que en la ya por entonces lejana guerra de la Independencia habianse destacado en defensa de su Ciudad, naciendo una cantidad de nombres que todavía siguen vigentes.
La Real Orden decía como argumento para el cambio de esos nombres lo siguiente: Relegando al olvido todos los nombres que repugnan o disuenan ... El archivero proponente de la supresión de esos nombres argumentaba su propuesta con las siguientes palabras: [...] En la reforma radical de 1863, se variaron muchísimos nombres de calles que se apellidaban con el de animales y objetos [...] [...] Si VE no se decide a suprimir los viejos nombres sin sentido actualmente [...]. Luego vinieron otras reformas unas más blandas y otras más duras y así llegamos al momento actual; al comenzar el nuevo siglo y teniendo que rotular un buen numero de nuevas vías, se cayó en uno de los defectos que se había querido corregir y se nominaron calles con nombres tan peregrinos como; La prima Ángelica, Atraco a las Tres y algunos otros nombres intrascendentes. Vuelven nuestros Ediles a cometer el antiguo uso de nominar sin trascendencia. ¿Deberemos de esperar a otra guerra para que de nuevo surja la necesidad de honores? Porqué en el nuevo cambio de nomenclatura tampoco se va muy allá. Le dan calle al honorable Nayin por meter un gol desde cuarenta metros del estadio de Los Príncipes, o a pintores sin trascendencia y poetas que no se sabe muy bien sus méritos; pero en fin, como todo pasa...¿Vendrán otros munícipes que harán mejores a todos los habidos hasta entonces y encontraran intrascendente ese gol, o esos cuadros y poesías que nadie leyó en su momento? ¿No hay ciudadanos dignos de honor por cosas importantes realizadas a lo largo de su vida ? No seria más digno que se hubieran recuperado los nombres de aquellas vías que siendo rotuladas durante el periodo republicano fueron suprimidas violentamente? Para eso ya no hay tiempo pero quizás si lo hubiera tampoco se haría, ya que algunas calles no tienen vuelta atrás, Capitán Casado por Juana Francés, cunado debería de haberse retornado el nombre que ostentó cuando fue rotulada por primera vez en 1935 JAIME VERA.