GALERIA DE DIRIGENTES DE LA HUELGA GENERAL
Después de la algazara en el senado del miércoles pasado; después de las algaradas del año pasado apoyando las tesis de la SANTA MADRE IGLESIA, después de todos los despueses que se puedan imaginar, solo nos queda que D. Mariano, Dña. Dolores, la señora Saenz y la libérrima ESPE, se lancen a la calle conduciendo los piquetes e impidiendo el acceso al trabajo en cuanto se declare la HUELGA GENERAL.
Aun recuerdo el alborozo de la derecha y de la patronal aquel día 14 de diciembre del lejano 1988. Entonces los trabajadores cargados de razón lograron parar una ley que perjudicaba a sus descendientes; aquel contrato de aprendizaje sin derechos ni continuidad una vez concluido ese aprendizaje. Entonces se logró parar; pero vinieron más días y la quera patronal fue consiguiendo su objetivo; contratar en sus condiciones; aprendices, oficiales, peones e ingenieros.
Al grito de ¡el despido es caro! van a conseguir que este se quede en un buenas tardes. Conseguido un despido objetivo de veinte días por año; rebajado a treinta y tres días hace ya mucho tiempo, el despido sin causas; todavía reivindican la elevada cuantía de los cuarenta y cinco que marca la Ley para el común de los trabajadores; pero a estas alturas ¿hay trabajadores con ese derecho?.
El Sr. Diaz que ha puesto en la calle un ingente grupo de trabajadores de sus bien gestionadas empresas, se escandaliza de la magnanimidad de la Ley por si él tiene que desembolsar las cantidades que les puedan corresponder a sus ex empleados. De ahí su interés en boicotear la concertación social. Espera que un decreto le sea más beneficioso a sus intereses que una negociación consensuada.
Y sus amigos en todas sus plataformas coreando el ¡oee oee oeeee! La llevamos buena en este lugarejo celtibérico.
El tiempo ha de decir en que queda todo, mientras nuestros buenos defensores aprietan el puño y gritan ¡A LA HUELGA GENERAL! cuando una que se les hizo a ellos dijeron que no había habido tal huelga (20 de junio de 2002) los entonces liberales, hoy se han tornado en más que socialdemócratas, defendiendo los intereses de los déviles. Claro los fuertes ya han recogido su cosecha y una vez recogida el magnánimo Estado tiene que asistir a los déviles; pero no pueden ser los mismos que les han dado todo a sus amigos liberales, tienen que ser ellos con su liberalismo - palabra denostada y bacua desde casi cuando se acuño el término - los que tomando el poder enderezcan lo que ellos torcieron.
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