25.7.14

CONTINUACIÓN DE UNA AVENTURA

Bueno hoy estoy a tono y dispuesto a continuar con ese viaje emprendido a un lugar que en mi interior ha debido de ser una meta propuesta sin una proposición explicita.
La cuestión nació de una forma casi casual, un comentario surgido en una reunión de amigos (antiguos compañeros de luchas sindicales), que todos los lunes del año, excepto los que corresponden al mes de agosto en que cada uno se va de vacaciones con su familia, los demás del año, los de todo el año y so pena de que caigan en una de las fiestas del calendario laboral ahí estamos en un local céntrico tomando un café o lo que a cada uno le apetezca.
Pues bien, ya digo que no se como surgió, pero el caso que otro compañero, sin encomendarse a nadie y tampoco a nada debió y después de haber pulsado mi escaso conocimiento de la situación, de los ;antecedentes y de todo lo que yo conocía del asunto; gracias a esta moderna oportunidad que ahora tenemos de recabar datos y conocer cosas sin un esfuerzo superlativo, debió de comenzar a buscar modos de ir a aquel lugar. El caso es que llegando hacía el buen tiempo, que tanto en Italia como en España suel llegar con la estación primaveral concertó el viaje para el día veinte de mayo con salida desde Madrid a las once de la mañana.
Vuelo a Roma en Alitalia, escala de varias horas para enlazar con la linea interior que desde Roma lleva a Regio Calabria y primera noche en una ciudad italiana, al día siguiente al puerto  a pasar el estrecho de Mesina a las nueve de la mañana, llegada a las nueve y pico, cerca de las diez; alquiler de un vehículo y camino de esa ciudad que tiene mi mismo nombre, al otro lado de donde arribamos cerca de  doscientos kilómetros y " ecco Butera".
Llegando al sitio que hubo que desandar el camino hecho por que había mercado y después de seguir unas indicaciones para ir por otro sitio, llegamos a la ciudad; informados por una "carabiniero" de la ciudad, un famoso castillo y una iglesia según mi información dignas de verse; pero que la agente no nos recomendó ya que el castillo no estaba visitable, la iglesia cerrada y en la ciudad ya estábamos y como era la hora de comer, a eso nos dedicamos. En el primer sitio que nos metimos pedimos de comer y nos dieron.Unos espaguetis y pez espada, para postre, gelato (helado); luego de nuevo a la "autoestrada" y vuelta a Mesina.
Tengo intención de seguir con este viaje; puesto que fue eso un viaje ya que no hicimos turismo.                                    


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