24.8.07

SE FINI



¡ Ya vale! Se acabó; volvemos a la rutina, al quehacer diario, cada uno a lo suyo y ... hasta el verano próximo, en que de nuevo tomaremos la ruta.


En la última de las por mí realizadas; me topé con una sorpresa que me dejó alucinado.


El pasado martes día veintiuno de agosto de dosmil siete - y recalco la fecha para que nadie la olvide - paseando por Madrid, en una forma ya dicha en este espacio de hacer turismo. - Y mira por donde - El País http://www.elpais.com/diario/ en su sección de Verano publicaba un articulo en el que daba a conocer un nuevo concepto del turismo, que además ya había sido practicado por los " dadaistas" in ilo tempore.


Iba yo andando desde la Avenida Pio XII, final de trayecto de la línea 14 ¿creo? de los buses de la EMT, caminaba en busca de otro autobús, que pasaba también por esa misma avenida y que había de llevarme a mi destino. Antes de llegar a ese enlace, la curiosidad pudo conmigo y seguí el perímetro de una tapia que me llamó la atención; en ese recorrido de amplia longitud, dejé la avenida del Papa y siguiendo por aquella calle en la que concluía la tapia y mi curiosidad una vez constatado que aquella tapia encerraba otra cosa que la que había pensado.


Como no me gusta desandar lo andado (si no es imprescindible) y como decía Machado - Hay que hacer camino - desemboqué en otra avenida: la de Burgos, larga y no muy poblada, y a la altura de los números veinte ... ¡ la sorpresa ! Me quede en blanco. Me costó reaccionar. De todo esto cuando volví en mí ahí esta el resultado.

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