Aunque lejos de este paisaje seguro que lo ha llevado a su última morada dentro de su corazónEn el espacio de pocas horas se producen en este país una serie de sucesos que indudablemente tienen su importancia; cada uno de ellos tiene una valoración distinta para cada persona.
Así resulta que la muerte de un futbolista, acapara la atención medíatica, sobre todo la de TV del sábado al miércoles todos los telediarios nos dan por infinidad de cadenas la muerte de ese muchacho.
En el espacio de unas horas, resulta que también dejan este mundo algunas otras personas de las que esos medios se hacen eco; pero se limita, a la noticia escueta de su fallecimiento y poco mas.
De estas personas se destacó a D. Francisco Umbral.
Ahora bien, en los mismos momentos también se alejan de este mundo muchas otras personas que ... más o menos importantes, pasan desapercibidos dentro de una sociedad mediatizada, que solo divulga lo que le da dinero, olvidando lo que solamente a servido a la humanidad.
En los fatídicos años de la guerra civil española; una mujer aragonesa, en el cumplimeinto de su vocación y su deber tuvo que salir de España, y tras muchas calamidades y una lejanía de sus raíces de treinta y cinco años, retorno a sus lares y continuo con su vocación y cumpliendo con su deber. Esta mujer era Palmira Pla. Aragonesa de Cretas, Teruel, allí estudio para maestra que era su vocación y adquirió el deber de difundir el conocimiento, deber que concluyo el día veinte y siete de agosto.
Esta mujer que fue diputada en las cortes constituyentes, cuando regreso de su largo exilio, no ha tenido más eco su muerte que una necrológica del periódico El País; ni apertura de telediarios ni reseña o plano de su capilla ardiente... en fin nada de nada. No interesa a la sociedad española la muerte de una resistente, luchadora y defensora de la buena educación de los niños, a los que dedicó su vida.
Era una mujer que había militado en la izquierda y que a su regreso continuo haciéndolo.
Además de su labor educativa nos legó una biografía Momentos de una vida (Editado por la Fundación Bernardo Aladren Zaragoza) que da fe de su vocación y dedicación. . Ella misma dijo. ¿Qué sentido tiene la vida si no trabajas por mejorar el mundo en el que vives? Esa pregunta tiene una respuesta que se inscribe en el silencio que el adocenamiento en que nos quieren manipular ha prestado a su marcha.
Suerte ha tenido Palmira, su muerte ha sido sentida por sus allegados solamente. No ha causado escenas de histerismo colectivo, ni noticias de primera plana, ni sesudos comentarios sobre sus actos que solo han sido conocidos por sus alumnos y sus correligionarios.
Descanse en paz esta nonagenaria que entrego su vida a un ideal y que logró ponerlo en practica.
1 comentario:
la verdad que ha sido una semana de fallecimientos que han colmado la televisión, y la discreción de la muerte de algunos contrasta con el espectáculo postmorten de otros. Es lo que tienen llevar una camiseta con patrocinador.
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