6.5.08

AYER Y HOY SIEMPRE IGUAL



En relación con lo escrito ayer, así como con lo último que estoy trabajando. Por casualidad como casi siempre surgen las cosas, resulta que la casualidad. Bueno más bien la búsqueda de las cosas realizadas en tiempo pasado.

Hoy he topado en una revista del primer tercio del siglo XX. Cuando en este país, como siempre. Había una Dictadura, pequeños núcleos de personas que se sentían ciudadanos, protestaban y ponían de manifiesto las carencias que tanto entonces como ahora los dirigentes de las naciones suelen presentar en su forma de gobernar la nación de la que se creen dueños.

El Agua, el hambre, la incultura, en fin todas las carencias que las sociedades exhiben, en todas las partes del mundo, han estado en candelero y seguirán estando en tanto, los hombres no seamos capaces de seguir a esos personajes que en ese artículo que va para el siglo de existencia, han sido capaces de encarar las situaciones y poniéndolas de manifiesto, tratar de que el mundo avance.

Leanló con atención y verán que si antes no había trenes; ahora habiéndolos los encarecen de tal modo que es como si no estuvieran, las obras hidráulicas todavía andan por Yesa... en fin Avancemos para estar siempre en el mismo lugar.





De los sentados el tercero por la izquierda es el autor.



Revista Aragón

Revista gráfica de cultura aragonesa
Editada por el Sindicato de Iniciativa y Propaganda de Aragón
COSTA ORIENTADOR DEL PUEBLO
He visto a Costa tres veces en mi vida. La primera, en el ya derruido teatro de Pigantelli, con motivo de la famosa Asamblea municipalista, creo que el año 1906. Después, al regreso de informar contra la Ley del Terrorismo. Más tarde, contemplando su cadáver en la también derruida ‹‹ Casa de la Ciudad››.
La impresión que en mi ánimo causó el discurso que oí pronunciar a aquel hombre extraordinario, fue enorme. He asistido durante muchos años a escuchar a cuantos creadores grandilocuentes he tenido ocasión, acuciado por mis aficiones políticas y sociales. Sin verlo, no hubiese creído que pudiera condensarse, en tan pocas palabras tal cantidad de ideas, tan grandes, tan bella y virilmente expresadas.
En el espacio de una hora, con palabra fatigosa, con intervalos para descansar, fueron desfilando ante nuestro espíritu desde todos los puntos de vista, ya político, económico, religioso, social y moral, todos los hechos que constituyen la historia de España del siglo XIX desde la Revolución Francesa hasta la pérdida de Cuba y Filipinas.
Aquel discurso, pletórico de sana doctrina y de recta moral, fue la más bella y emocionante apología de la rebeldía contra todo lo injusto, todo lo inmoral, todo cuanto se oponía al engrandecimiento de España. no he vuelto a oír discurso más patriótico en la recta y verdadera acepción de la palabra. Ni jamás he visto hombre alguno con más condiciones de orientador de multitudes. Costa, por sí solo, era capaz de elevar los espíritus a regiones insospechadas.
Aquellas sus tristezas patrióticas, como él decía, eran el grito de combate contra toda tiranía, contra toda dictadura, contra toda vejación a los intereses del pueblo español, que él consideraba los intereses de la nación. Eran el programa de la verdadera orientación española, de la europeización, frase entonces muy en boga. Y ese programa está en el monumento de sus obras, de las que se hace poco caso. En ellas está magistralmente trazado el plan que resumía el maestro en dos palabras ‹‹ Escuela y Despensa››.
Costa era hombre de profundos conocimientos enciclopédicos. Desde el roturar de la tierra, hasta la quintaesencia del derecho, todo ha sido científica y socialmente tratado por él. Mejor que nadie ha fustigado la fracasada política de oligarquía y caciquismo, embrutecedores del pueblo, que en España ha obstaculizado cuanto pudo contribuir a su engrandecimiento.
Como Ganivet, Macias Picavea, Pablo Iglesias en la esfera social y tantos otros varones insignes, Costa ha demostrado que pueblo inculto es siempre pueblo débil, y nadie como él ha clamado y propagado contra la incultura. Costa, en fin, era un precursor.
Y ya que el ‹‹Sindicato de Iniciativa y Propaganda ›› dedica este número de su revista a honrar la memoria del insigne polígrafo aragonés… ¿qué mejor recuerdo, qué mayor homenaje sino volver la vista a las obras por él iniciadas que reclaman imperiosamente el concurso de los hombres de buena voluntad?
Ahí están, esperando la rápida intervención de los poderes públicos, el Pantano del Ebro, del Yesa y su complemento el Canal de las Bardenas y demás obras hidráulicas, para las cuales, ya felizmente, se agitan nuestros agricultores. Con ello terminaría la vergüenza de nuestros secanos y seria sólida garantía de nuestra riqueza agrícola e industrial. Y así en toda España; que en toda la nación se siente la misma necesidad.
Ahí están la mayor parte de las regiones españolas que como en los tiempos de D. Quijote, sin carreteras, sin ferrocarriles, sin medios en fin, de comunicación, esperando sentados el concurso del Poder central, mientras se tira el dinero sin gloria ni provecho en empresas improductivas.Ahí está la crisis económica y financiera con su secuela aterradora de miles Ahí está la crisis económica y financiera con su secuela aterradora de miles y miles de obreros sin trabajo y miles de industriales al borde de la quiebra, por falta de consumo en el mercado interior, en este país de tan enorme vitalidad económica y social.
Ahí está el problema de la vivienda, agudizado más cada día, por las familias que abandonan el campo, donde no pueden vivir, y vienen a encarecer la vida a la ciudad.
Ahí está el problema de las subsistencias. El pan, la carne, el aceite, el azúcar, la leche… todo sube lenta pero continuamente, quizás por falta de organización que impide una racional y económica política de abastos.
Ahí están, en fin, miles de niños sin escuela. Y, lo que es peor, sin pan. Esto es, ni despensa ni escuela. Todo lo contrario de lo que Costa propagó.
No honraremos la memoria del maestro si no seguimos su orientación, procurando que este suicida abandono termine de una vez. Y este magno problema no se resuelve con palabras, ni con protestas, sino con sólida organización.
Ignoro si al ‹‹‹ Sindicato de Iniciativa›› corresponde esa labor. De realizarla, no había de faltarle el concurso de hombres capaces y de buena voluntad, que ven solo en esto, exclusivamente en esta aspiración, la única redención de nuestro desgraciado país.
Y resolver esta cuestión si que seria admirable iniciativa, muy de estimar y agradecer.
ISIDORO ACHÓN obrero de las artes gráficas
N. del A.– Compuesto este trabajo, la Presa nos da la grata noticia de que el Sr. Ministro de Fomento lleva resueltamente a la ‹‹Gaceta›› la realización de las obras hidráulicas en España, principiando por la cuenca del Ebro. Estamos de enhorabuena. Es un caso de telepatía. ¡¡Ya era hora‼
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Se publicó este artículo en el número cinco de la citada revista en noviembre del 1926.
Eloy Fernández Clemente que ha estudiado el periodo de la dictadura de Primo de Rivera, en su obra Gente de Orden, dice que Isidoro Achón, junto con el Centro Obrero Aragonés de Barcelona, fue de los pocos que no se adhirieron a la creación de esta institución netamente corporativa

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