Historía comprada

Hoy por dos euros y cincuenta céntimos he comprado una peseta de mi historia.
El día 25 de mayo de 1947, un Señor orondo que se llamaba José Mª García Belenguer y que yo había cérido hasta hace muy poco tiempo que era el alcalde de entonces en esta ciudad, me dio a mí y a otros doce o trece chicos un billete de una peseta - igual que el que hoy he adquirido en el mercadillo de monedas y sellos dominical.- En la fecha dicha puede suponer cualquiera que me lea lo que aquí estaba cayendo.
La peseta desapareció de mis bolsillos en un "santiamén," fue a los de mi madre y quizás solucionara algún problema de abastecimiento.
Al año siguiente, el mismo señor y la misma cantidad le fue entregada a mi hermano; este pasados muchos años, una vez me enseño un billete, que dijo ser el que aquel señor le había dado el día de su "primera comunión"
Estos billetes dejaron de circular unos pocos años después, cuando ya eramos más ricos (los españoles) yo no.
La exhibición de aquella peseta, por parte de mi hermano, me pareció un poco inverosímil; pero no se la refute.
Luego, ordene unas cuantas monedas que había en nuestra casa y comencé a incrementar el número de ellas, también había algún billete de los de antes de la guerra, - dos o tres, de veinticinco pesetas y de cincuenta-
pero estos papeles aunque guardados con celo no crecieron.
Para mí no tenían valor; en cambio las monedas sí. Con este razonamiento, hasta hoy no había comprado nunca uno de esos billetes de peseta, que siempre que los veía me recordaban la historia de mi vida en ese año de 1947.
El domingo era el día de "Pentecostés" y en aquella escuela, dependiente del Ayuntamiento para atender a los necesitados de la ciudad, - se llamaba de La Caridad - o los que no tuvieran acceso a las escuelas públicas municipales, estaba regida por monjas de San Vicente "paulas" Yo creo que por eso la fecha escogida para esa ceremonia, por las mojas tenia su significado, aunque yo no y tampoco creo que muchos de los del grupo nos sirviera el don del espíritu santo.
Así hoy, con una relativa alza de precios, - lógico - he comprado, justo sesenta años, por 426,920 ¿milésimas? de peseta toda esa historia que no pude conservar.
Ahora bien, no se si la historia, la memoria, la vista o la impericia con los billetes, me han jugado una mala pasada. He comprado una peseta que en aquella fecha ni estaba diseñada. La que pudoseme entregar seria la que ostenta la efigie de Isabel I, y yo he adquirido corresponde a 1953 y su efigie es la del Marques de Santa Cruz.
Volveré con este asunto ya que comprare la correspondiente al año de la que se me entrego y además ilustrare el asunto con la fotografía del grupo de afortunados perceptores de la peseta.