Sin Carné

Lo primero. Perdón por el archibo (v) era el acelerón último y no lo releí, procurare en adelante no cometer estos errores, pero sigo manteniendo mi promesa de contar mis incursiones.
Sigo con el asunto de la investigación. Hoy he hallado un asunto interesante; lo cuento como ejemplo de lo que decía ayer.
Año 1904: el la caja donde se guardan documentos de ese año y con relación al Instituto de Reformas Sociales, se encuentran una serie de documentos relacionados con las cárceles y depósitos municipales, de varia temática. Alimentación, reformas, entradas y salidas de detenidos, etc., esto por un lado por otro un expediente de la comisión local de ese instituto en que las sociedades obreras (actuales sindicatos); mejor dicho la Unión General de Trabajadores, cuya denominación por aquel tiempo en esta ciudad era Federación Local de Sociedades Obreras que envía un escrito al ayuntamiento para que tome medidas con arreglo a la situación de carestía por aquellas fechas existente en la ciudad.
El ayuntamiento trata el asunto en amplitud y tras largas discusiones reuniones con la parte más interesada (los panaderos, harineros, ganaderos matarifes y “tablajeros”) concluye con la dotación de un fondo de 50.000 pesetas para luchar contra la subida de precios a través de la puesta en el mercado de productos controlados en su precio.
Pues bien en ese contesto económico . Un maestro de escuela (luego hablare de salarios) se ofrece al ayuntamiento para instituir una escuela en la cárcel para los presos menores de dieciocho años, actividad que realizaría en sus tiempos de ocio.
Su propuesta fue aceptada por el ayuntamiento que doto a la escuela con varias mesas de escribir sus correspondientes asientos una butaca de anea además de una mesa para el enseñante, una pizarra de madera con su caballete, tres mapas. Uno mundi, otro de Europa y otro de España, dos esferas una terráquea y otra armilar; con esta dotación de la cual no da el costo se monta la escuela en la cárcel municipal que entonces estaba en la calle Pignatelli; luego se instalo allí el parque de bomberos que aun se mantiene en ese mismo sitio.
Este mismo maestro y en el mismo año dona al Ayuntamiento ciento cincuenta ejemplares de un folleto por él escrito y editado para que sea repartido en las escuelas a los niños destacados.
El folleto se titula “La educación del Proletariado” consta de veinte y tres páginas, en la portada además de este título dice conferencia leída en el centro local de sociedades obreras el día veinte de diciembre de 1902, su precio era de 0,25 pesetas.
El autor y filántropo del que hablo se llamaba Rogerio Rivas. Además de su tiempo en la enseñanza en la cárcel, dono a la ciudad 37,50 pesetas que importaban los ejemplares donados para premios de los zaragozano más aplicados. Tenía más publicaciones hasta cinco que anunciaba en el citado folleto y que supongo seria para mejorar su magro salario municipal
En aquellos años un obrero cobra 2,50 pesetas diarias, el día que trabaja, el arquitecto municipal Ricardo Magdalena Tabuenca tiene asignado un sueldo anual de 6420 pesetas otro se supone a las ordenes del primero Francisco de Paula Albiñana Aranda 3210 pesetas, el archivero que era interino en aquella fecha Tomas Ximenez de Embun y Val, 3000 pesetas, el maestro citado no llegaría a estos emolumentos ya que en tal caso estaría incluido en la relación de la que he extraído estos ejemplos.