14.8.06

No se que pensar.

He pasado unos días en Madrid. Como siempre que me desplazo a esa ciudad y sobre todo ahora que no tengo ninguna obligación me gusta pasear por el Paseo del Prado. Antes llegaba a su final y me entretenia en los tenderetes de la Cuesta Moyano.
Con las obras de Madrid ahora la cuesta Moyano ya no es tal, es llana y ubicada en el final del paseo.
No se si era el mismo día u otro; pero habia leido en El Pais a Josep Fontana, en un artículo que titulaba "La caza del maestro" como se trataba del actualisimo tema, de recuperación de la memoria lo lei con interes, se me quedo bastante del texto entre otras cosas las barbaridades cometidas por los falangistas en el ambito de la cultura.
Entre los libros que según este autor fueron desaparecidos en algunos sitios, entre ellos Valladolid y Cuenca donde estaba fundamentado el artículo, cita Los Episodios Nacionales de Benito Perez Galdos que aun con extrañeza asegura fueron quemados y prohibidos.
Si fue el mismo día o el siguiente no lo afirmo, pero en uno de los puestos de libros; había alineados unos cuarenta ejemplares de la colección realizada por la LIBRERÍA HERNANDO cuyo año de edición era el de 1940.
Yo nacido el tercer año triunfal en agosto; asistente a escuela de caridad, de una familia con alguna cultura y algunos libros en la casa - aun conservo varios de aquellos ejemplares manejados por mi abuela en su juventud - recuerdo vagamente la desaparición confesada de alguno de ellos para evitar conflictos.
Luego en mi adolescencia tambien recuerdo el haber leido - y casualmente - la misma edición de Hernando el titúlo, Zaragoza, de Perez Galdos a instancía de la monja que pretendía educarnos; lo aseguro porque la portada del citado ejemplar es inolvidable.La bandera nacional en vertical como fondo de la tapa.
No dudo que el articulista sabe lo que escribe; pero no debieron de quemar todos o por lo menos algunos se libraron de la quema; en cuanto a la prohibición - el negocio es el negocio - y el tal Hernando mantubo su edición; ademas todos no obedecieron o secundaron las ordénes pues en aquella escuela se mantenía un ejemplar de los prohibidos.
El ejemplar que Galdos dedica a Zaragoza, lo adquirí por cinco euros, en el puesto que he citado, para añadirlo a los otros dos que poseo.
De cualquier forma no pretendo contradecir a nadíe pero siempre hay contradicciones en la vida.
Este ejemplar perteneció a Diego Sánz. Asi reza manuscrito en la contraportada: dice "de la biblioteca de " ...

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