17.12.06

Navidades Trágicas

Como creo que cuando plasmas una idea escrita, ésta ha de estar documentada al máximo y sobre todo si se refiere a hechos acaecidos en tiempos pasados ya que mirar las cosas con la óptica actual, no es el ejercicio más recomendado para los que nos da por revisar el pasado.
Por esa circunstancia siempre tengo dudas a la hora de plasmar las impresiones que en mi ánimo causan ciertas lecturas a las que me acerco de vez en vez, con el objeto anteriormente dicho.

Recordando una lectura reciente sobre el asunto ahora de moda. – La Memoria Histórica – Me ha venido a la “miente” que si para Pablo Uriel – No se fusila en domingo – quizás, tampoco se hacía en navidades y así voy a la biblioteca y a escasos días de la celebración de la fiesta cristiana de la Navidad trabajando en otro asunto con objeto de aseverar algunos datos de los que trato en un escrito y al repasar con detenimiento la nómina inserta en la obra de Julián Casanova, Ángela Cenarro y otros “El Pasado Oculto”; de repente me acude a la mente – ¿

Qué sucedió en Zaragoza en las navidades de 1936? – Entonces; dada la estructura de las listas, voy a las fechas de la primera columna – día del registro de las muertes – y el día 24 de diciembre de 1936 aparecen cinco anotaciones, que corresponden por el orden alfabético a las siguientes personas:

Emiliano Buenacasa Continente de 26 años y cocinero de profesión que había vivido en la calle de la Morería número 7; Eugenio Cebrían Ibarra de 28 años y vecino del pueblo de Mara cuya profesión era la de jornalero; Saturnino Domínguez Orera del mismo pueblo que el anterior y que contaba con 25 años de edad; Abundio Gallego Fierro del mismo pueblo que los dos anteriores de 30 años; y una mujer de la cual no hay mas anotación que la edad 30 años.

El día santo por antonomasia de la Iglesia Romana – 25 de diciembre – las hordas represoras, celebran tan gran día con el apiolamiento[1] de tres personas; Ángel Calleja González de 19 años cuya causa de muerte es herida de arma de fuego no hay lugar especificado de la muerte y había vivido en la calle Manuela Sancho, Nº 32 señalan como profesión legionario del Tercio Sanjurjo; José Iglesias Sanclemente, de 27 años había vivido en el Barrio de Movera y era guardia de asalto; y Arturo Quilez Royo de 19 años que había vivido en Miguel Servet Nº 89 y era jornalero.
El 26 y el 27 también hubo fusilamientos. El 28 – día de los Inocentes – no hubo ninguno.

El año siguiente 1937 en ese mes último del año y en las fechas navideñas se anotaron registros de muertes los días 21, 26 y 30. ciertamente el mes fue leve; hubo ejecuciones los días 8, 13 – dos – 15, 16, además de las otras tres. El día 21 es anotada la muerte a causa del glorioso alzamiento nacional? De Luis Martínez Murillo, de 19 años y que había vivido en la calle Delicias. La siguiente anotación corresponde a la muerte por septicemia de una mujer de 40 años llamada Agustina Sánchez Pardos domiciliada en Used y la tercera anotación corresponde a un joven de 21 años muerto por causa de la “guerra” que se llamó Pablo Burillo Burillo y vecino de Juslibol.

En las navidades de 1938 las ejecuciones del mes de diciembre se redujeron a cinco. Una el día 13, el día 21 tres y el día 28 una que es la que destaco con su protagonista involuntario y seguro ese tan inocente como la remembranza cristiana del citado día; Francisco Jiménez Ortiz de 33 años, guardia de asalto que había vivido en la Avenida de Navarra Nº 16 y cuya muerte fue por fractura de cráneo por arma de fuego.

Llegados al tercer “Año Triunfal” y pasados ocho meses del final de la guerra, podía esperarse que esas fechas fueran más respetadas; pero no, el día 14 se fusila a un individuo, el 15 a trece y el día en que las forzadas almas de los ciudadanos asistían a la “Misa del Gallo”... Seguro. A la misma hora en las tapias del cementerio caían asesinados vilmente, ocho personas ya que los juicios y condenas que se les aplicaran estaban acoplados a una ley expresa y por lo tanto no se puede decir en puridad que fueron ajusticiados.
Los que tuvieron la desgracia de caer ese día fueron Andrés Carreras García, José Catalán Campo, Pedro Escalera remiro, Francisco Ferrer, Juan López García, Anastasio Navalpotro, Juan Plaus Comas y Tomas Polo Lucas.

Aun debiendo estar la última relación incluida ya en la posguerra, yo la considero a partir de 1940. La posguerra o sus acciones, los autores a los que vengo recurriendo las concluyen con la relación de 1946 en el mes de agosto; pero como he enfocado el asunto, éste concluye antes. En los dos últimos años 1945, y 1946 no hubo ejecuciones en los días anteriores ni posteriores a las fechas de Navidad.
En el año 1940 el día 29 de diciembre, muere por desgarramiento en el Cuartel de García Luque de Barcelona el jornalero Manuel Salvador Villanueva de 24 años.
A las navidades siguientes, el día de Noche Buena de 1941, Benito Bermúdez Palmas de 29 años muere por contusiones y conmoción en la “prisión“ – mas bien campo de prisioneros – de San Juan de Mozarrifar.

En el año 1942 el día 26 un soldado de 21 años Amado Gonzalvo Tomas natural de Lechago muere por fractura de cráneo por arma de fuego, expidiéndose el certificado de defunción en el Hospital Militar y el 27 otro soldado éste de 22 años Claudio Fraile Otin cuyo domicilio estaba en Guadalajara. Ahora bien el día 7 habían sido fusilados sin especificar el lugar once personas todos hombres con edades comprendidas ente los 25 y los 52 años.

En 1943 el día 21 hay dos ejecuciones la de un teniente de artillería de 40 años que estuvo domiciliado en Requeté Aragonés, cuyo nombre era José Figueras Usé y Antonia Visus Otal de 30 años natural de Lafarga.

En 1944 las más próximas fueron las cinco que se registran en el mes de noviembre.
Esta relación que parece una nómina impersonal y que leída por cualquiera que no tenga un interés específico en ella puede resultar hasta tediosa, a mí y supongo que a muchos de los que nos acercamos a él nos enardece el ánimo, conduciéndonos a un estado de indignación sin limites. Lees algunas edades y te dan escalofríos ver que tanto hombres como mujeres de dieciséis o diecisiete años son muertas por haber tenido ideas.

Sé que libros como el citado aquí son de poca difusión y menor lectura, por eso yo me atrevo a trabes de divulgar algunos de los que injustamente fueron ejecutados hacerles justicia.
Para mí esto es la Ley de Memoria Histórica.
[1] Apiolar = 4. fig. y fam. Matar, a uno diccionario RAE ¾ Los fusilamientos de ese día parece ser no fue más que uno a pesar de haber tres inscritos, aunque los datos de legionario y guardia de asalto no aseguran que fueran leales a la rebelión – o afectos al movimiento – como se decía. Los eufemismos aplicados a la causa de la muerte son los que suscitan la duda.

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