A dos días del final de 2006 sin tener nada urgente que proyectar, me embebo en el recuerdo más reciente.
El viaje que obligado por la pleitesía he realizado con motivo de la celebración familiar de la Natividad – A pesar de lo que pueda opinar sobre el asunto –
Las circunstancias obligan y así me he visto inmerso en un viaje de algunos Kilómetros, y del casi Norte he acudido al Sur, a pasar los días de Noche Buena y Navidad. Allí, con una temperatura de doce grados las mañanas han sido espléndidas, además la reunión se celebró en pleno campo una casa amplia, algo fría; pero calentada con una hermosa chimenea donde ardían constantemente trozos de olivo, que además de calor daban un ambiente peculiar a las comidas y posteriores charlas en torno a generosos braseros alimentados con las brasas de la chimenea.
Un ambiente acogedor, la pobridad y bonhomía de las gentes del Sur se volcó con nosotros resultando unas gratas fechas que creo perdurarán en la memoria.
No me conformo con la memoria y recorro el ciberespacio en busca de imágenes que fijen esa memoria, las hechas por mí vendrán en otra tanda; ahora ya llevo tres de un blog francés. Aquí va un paisaje y hasta el año que viene.
No pido PAZ pues parece es imposible ahora como yo la tengo conmigo mismo a los demás les deseo que sean capaces de alcanzarla para ellos. Salud y buen año 2007
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