¡ Socorro !

Otra vez clamo en demanda de auxilio. En el mes de julio pasado, en algunas páginas mas o menos oficiales del pueblo de Alconchel en la provincia de Badajoz puse una petición de ayuda, para que se gestionara por mi, en la parroquia de ese pueblo la consecución de datos de mis tatarabuelos, naturales al igual que mi bisabuelo de ese lugar.

Cuando me atreví a emplear este medio de la telemática, era por haber agotado otras vías más directas; llamada telefónica al cura párroco, así como a la Alcaldía, además de sendos escritos con mi solicitud.
Nadie me contesto a los escritos; en cuanto a las llamadas en el Ayuntamiento, la señorita ? con quien hable me dio buenas palabras. ¡Menos mal ! El cura de no muy buenas formas - que no hostias - me dijo textualmente. No tengo tiempo para perderlo en buscar eso tan antiguo. Con lo cual se me quitaron las ganas de insistir.

La segunda parte de todo este relato acaeció hace por lo menos cinco años. También adquirí y me puse en contacto con un anunciado archivo municipal después de ver en la Red sus fondos y entender que de lo que había catalogado podía extraerse los datos que yo necesitaba. Nueva desilusión, otra vez la callada por respuesta.

Pero ahora viene lo mejor ; en la primavera de 2003 realice un viaje organizado a la tierra de los conquistadores , el día que en estas ocasiones te dejan libre, me dije esta es la mia. Estaba radicado en Merida, la tarde anterior fui a la estación de autobuses a informarme del medio de llegar al para mi ya entonces obsesivo Alconchel. Dispuesto a madrugar lo que hiciera falta para poder entrevistarme con aquel simpático cura y de bis a bis conseguir mediante pago y con la confianza de recibirlos los anhelados documentos de bautismo, casamiento y defunción de mis antepasados.

¡ Vana ilusión ! Parece que estoy destinado a permanecer en la ignorancía. Ese día que suponía yo finalizadas mis cuitas resulta que los compañeros conductores de autobuses, se habian puesto en HUELGA; frustrado mi nuevo intento desistí de hacer más averiguaciones, hasta el momento en que a través de los modernos medios
volvi a intentarlo.

Hoy perdiendo el tiempo, he entrado en aquellas páginas en la que deje mi demanda y nadie se ha dado por aludido y yo sigo sin conocer nada de aquellos tatarabuelos, que ya es más amor propio que curiosidad lo que me empuja a insistir en el asunto.

No creo que ahora mi exposición sea mas efectiva que todo lo anteriormente realizado. Tengo pocos seguidores de mi blog y los que me siguen no me pueden solucionar nada; pero como hablando del Enamorado de la Osa Mayor, alguien enlazo, y tambien aunque a destiempo y mal entendido sobre calles, no creo haya algún extremeño que me lea y dada su cercanía con el lugar tramite mi petición