12.10.07

¿Donde están los Jueces?



Si ante cuatro exaltados que queman fotografías estos señores serios y circunspectos se salen por el código civil, la constitución, etc - que no por peteneras-. ¿como no se pronuncian ante los abucheos al Presidente del Gobierno, fuera de sede parlamentaria?
¿Es que la prosapia del señor Rodrigez Zapatero, nacido en Valladolid, es distinta de la del Señor Borbon y Borbon, Dos Sicilias, nacido en Roma?
¿Que diferencia existe entre unas vejaciones y otras?
Claro si nuestros circunspectos diputados de la bancada derecha tienen libertad para el insulto y la mofa porque no ha de tenerla el pueblo llano.
Vimos no ha mucho tiempo un claro ejemplo de la imparcialidad de la justicia cuando de ofender se trata.
Don José Bono tiene la malhadada ocurrencia de acudir a una manifestación cívica, que deviene en un incivismo puro cuando es abucheado y agredido.
La autoridad cita a los implicados para esclarecer los hechos y es a esa autoridad a quien se condena, y no los que habían incurrido en la falta de educación, cortesía y civismo - eran militantes del Partido Popular - dando bula de insulto a una parte de esta sociedad.
Parece que la cuestión va a continuar durante algún tiempo más ya que desde el año 2004 viene ocurriendo ese acoso a la persona del Presidente del Gobierno.
Ya comenzó la historia en 1993 cuando el esclarecido líder del Partido Popular José María Aznar comenzó con sus latiguillos descalificativos hacia la máxima autoridad de la nación con aquella ya célebre frase de... ¡Vayase Sr. Gonzalez!
Luego; como todos los chulos que no encuentran respuesta a sus impertinencias; por los motivos que sean. En este caso creo una prudencia superlativa que hace, a los diputados de la izquierda permanecer en sus escaños cuando se producen hechos del calibre de los que se han visto a lo largo de esta legislatura; ellos se envalentonan y al no tener réplica trasladan esa sensación de impunidad a la calle.
Sus fanáticos seguidores se atreven a ejercitar el mismo estilo de hacer política, ante la impunidad que les confiere la experiencia que los señores antes citados imparten. Dureza para unos laxitud para otros.
Por no complicarme la vida no pongo ninguna foto de Jueces; no me salga el tiro por la culata.

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