25.9.06

¡ Viva la República !

No es catorce de abril, por lo que no hay que suponer que sea un nostálgico de aquella época, ya que todavía yo no estaba en este mundo. Pero no por eso debo de desconocer lo que entonces acaeció, el tiempo transcurrido desde entonces ha dado mucho de si, tanto que hemos pasado por una casi eterna dictadura y una democracia moderna no muy eficiente según unos y suficiente efectiva según otros, en función de sus intereses electorales, la presenta de una forma u otra; Pero nadie, nadie, aun confesándose progresistas cuando no izquierdistas o haciendo alarde de viejo republicanismo, se preocupa de la realeza.
Tenemos un Barbón senecto, otro que ya entra en la madurez y una caterva de borboncitos de ambos sexos que pueden perpetuar la especie por algunos siglos más.
Hoy cuando he llegado a casa por la tarde, ha comenzado un bombardeo medíatico, que durara por lo menos todo lo que queda de mes.
¿ Y de que trata ese bombardeo? Sencillamente, de la preñez de una señora que casada con el siguiente en la sucesión, se dispone a traer al mundo otro vástago de estirpe real.
Hasta aquí todo perfecto, si no fuera porque enseguida los interesados comienzan con la cuestión política de la sucesión.
¿Nos interesa a los españoles el seguir manteniendo a estas personas? Setenta años son suficientes para que las gentes olviden y sobre todo cunado ese olvido ha sido propiciado interesad amente.
Si el atisbo de modernidad y progresía nacido en el año 1931 fue abortado, casualmente tambien después de una dictadura, lo que pasa es que entonces la progresia era distinta a la actual. Eran hombres casi todos idealistas, aunque tambien lo hubo arribistas que vieron la ocasión de salir de su mediocridad. En la segunda oportunidad que este país tuvo de regenerarse, parece ser que los idealistas eran escasos y los arribistas muchos más. El Movimiento Nacional nos había dejado una estela de personajillos, porque personajes no hubo ninguno, bueno sí nefastos personajes; Giron de Velasco, Blas Piñar, El Carnicero de Málaga (Arias Navarro) y unos cuantos más que haría interminable su relación. Estos fueron los que hicieron olvidar y de que manera.
Si hace setenta años la abdicación fue pacífica, ¿seria de ciencia ficción que el próximo Borbón dimitiera?
Pero para que esto ocurriera, desde Anson a Pedro J. Gimenez Los Santos y otro largo etc., de personajillos como los de hace setenta años, deberían estarse calladitos y quizás ese "apuesto caballerete de cuento de hadas" llegara a la conclusión de que su herencia monetaria es tan importante que la nobiliaria le importe menos.
¿Nos caerá esa breva? Yo no creo que lo vea pero tendré esa esperanza.

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