15.1.07

ETA o la Paz

Todavía no se ha pasado la resaca del día treinta de diciembre pasado y a mí me atacan las nauseas cada vez que pretendo levantar la cabeza.
Los acontecimientos pasados nos han sumido a todos en una confusión que no tiene fondo. Claro es que, a unos por unas causas y por otras, a los demás, todos estamos inmersos en una vorágine de pensamientos que no nos dejan razonar con la inteligencia suficiente como para poner las cosas en su sitio.

Un día antes de la monstruosa explosión de la furgoneta robada en Francia y traída hasta Madrid por la NII después de atravesar los Pirineos por Aragón; el Presidente del Gobierno daba a la ciudadanía aire, para creer que había luz al final del túnel.
Un altísimo porcentaje de hombres y mujeres de buena voluntad creímos ver en sus palabras de futuro un final no cercano; pero sí posible, a ese castigo al que unos descerebrados nos tienen sometidos a la sociedad española en su conjunto.

No a los vascos, navarros, madrileños, catalanes, zaragozanos, sevillanos o algunos gentilicios más correspondientes a los lugares en que han actuado, que se han visto sorprendidos, lastimados y atemorizados por las actuaciones de unos desalmados que anteponen a todas las cosas una loca utopía, que además ellos saben irrealizable.
Si hubo un alto porcentaje de crédulos, por otro lado están los que con más información que las esperanzadoras palabras que en rueda de prensa lanza el Presidente del Gobierno, saben la situación por habérsela oído de su boca, pero como esta no les conviene para sus fines ponen en su discurso el énfasis de razón (pretenden sea la suya) y llaman al consenso de los demócratas.

¿Quiénes enarbolan la palabra demócrata? Aquellos hijos, nietos y cuando no participantes en una dictadura de las más largas de las existentes en el mundo. Se atreven a concitar voluntades en torno a su consenso; si no, éste no existe y todo son equívocos, traiciones y división.
No quiero caer en la estulticia de echarles la culpa de lo sucedido a ellos, al contrario de lo que propala la derecha; Los culpables son uno y solo uno ETA.

Pero siempre se ha dicho ¡Que quiere el ciego más que ver! Si la derecha vasca los excluye, la izquierda los arrincona y no les ofrece nada de lo que quiméricamente piden. Pero encuentran en la derecha española un aliado que propala a los cuatro vientos falacias sin cuento y ya entrega Navarra como pieza clave de la paz y el desarme, si se dice aunque no se demuestre que los presos son acercados al país vasco, aunque esto sea mentira, si se dice como los etarras contrariamente pretenden, que el camino es la justicia y la policía; cuando ambas instituciones no han cejado un momento durante los ocho meses de tregua de actuar, tanto en España como en Francia, haciéndoles tambalear. ¿ Que sucede? Lo que se esta propalando como objeto de desgaste para el Gobierno de la Nación siembra en los etarras, que tienen poco cerebro, la suficiente expectativa como para decidir dar una nueva vuelta de tuerca, ya que creen que el Estado en el que existen semejantes discrepancias cederá ante sus exigencias.

Cuando de verdad debería de existir el consenso. Salir a la calle no necesita de mucha retórica. De nuevo surge su consenso y “ por la paz contra el terrorismo “ no les es suficiente, exigen que se incluya “Libertad” ya que eso de paz es falaz el Estado no esta en guerra. Cuando han conseguido de nuevo su consenso; dan como los otros otra vuelta de tuerca y exigen con peregrinos argumentos que esa marcha sea desconvocada. ¡Viva el Consenso! Si la Paz contra el Terrorismo y con la Libertad no es suficiente para ellos menos lo fue para nosotros que tuvimos veinticinco años de Paz pero ninguna libertad y un alto grado de terrorismo de estado que no ha sido juzgado aun.

Por el contrario una equivocación no suficientemente aclarada y si enturbiada al máximo y no se sabe por quien propiciada; si ha condenado a unos cuantos hombres a penas que no debían haberse impuesto. Esto sirvió para derribar un gobierno y cuando también la ineficacia y falacia de la derecha española que una vez perdido el poder acusa a los ganadores de ilegitimidad.

¿Cuál será su próxima exigencia en este asunto? Ya que no podemos pedir la Paz por no estar en guerra y para legitimar esa petición enviar al ejercito al territorio vasco.
¿ O la otra genial ocurrencia hacer una ley que establezca la pena de muerte para los terroristas, como hicieron con la ley de partidos políticos? De esta nueva ley sacaran los mayores adeptos que pueda haber; pero que no se atreven aún a manifestarlo : Alcaraz y Jiménez los Santos.

Lastima que ambos hayan pasado por Zaragoza; pero no se equivoquen aquí en esta tierra el rencor lo solemos aparcar en el aeropuerto de Barajas para que sea volado junto con otras chatarras.
Parece que al pronunciarse uno de los dos mentados eso es lo que considera a las dos victimas de este último desatino etarra.
El otro no se ha pronunciado, esta vez no era protagonista, había dos victimas pero como no eran de su asociación y eran ciertas y recientes, no entraban en sus planes de desgaste que es la estrategia seguida por esa AVT que tan consensuadamente lidera.

No quiero que nadie crea que soy como Pío Moa, Jiménez los Santos u otros que a través de la Red desfogan su bilis envenenando a los incautos que se detienen en leer lo que escriben.
Tampoco soy un resentido anti franquista, ni un acervado comunista, ni radical de ningún tipo.

Simplemente y a pesar de la resaca de estos quince días recuerdo y pienso, analizo las situaciones que en este país se han dado desde 1975 y saco conclusiones. Estas comparadas con otros asuntos parecidos. ¿Sería posible que aquí como en Argentina después de treinta años de olvido interesado se haga justicia como se propone Kirchner? La amnistía del setenta y siete creen que fue suficiente, porque la dieron ellos y no se beneficiaron expresamente; ahora tácitamente sí, exigieron.

Nadie me acuse de demagogo esto son trazos gruesos para que se noten los términos del dibujo de esta España que a pesar de los pesares sigue siendo tan carca como en el siglo XIX.

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