14.1.07

NOMBRES DE LOS ESPACIOS PÚBLICOS




Dos veces por semana en días fijos y alguna vez más esporádicamente paso por una zona verde de las que ocupan los espacios entre edificaciones u otras vías rodadas.

Este itinerario descrito se desarrolla a lo largo del terreno ya urbanizado desde el puente de la Almozara, por la margen izquierda del Ebro – yo creo el camino de Ranillas, hacia la Alfocea, algo deformado del que figura en el mapa topográfico – De cualquier forma llevo varios tiempos haciendo ese recorrido y hasta la semana pasada caminaba por un terreno que no tenia nombre; Simplemente era un jardín o zona verde, ya que no llegaba a la categoría de parque.
Pero hete aquí, que de la noche a la mañana es transformado en Parque ¡nada menos que! Del Buen Humor.

La adjudicación de nomenclaturas a las nuevas calles que surgen en la ciudad, últimamente esta resultando curiosa.

En una urbanización nueva a la que denominaron Parque Goya y que va por el II las calles tienen nombres de cuadros y cartones de los que pinto Goya – ejemplo: Balancín, El =Gitanillas, Las = Lavanderas, Las. Esta calle a su vez coincide por ser salida de El Columpio, cuya entrada es La Primavera. – Esto en cuanto a un barrio que se podría tildar ya de antiguo, su construcción comenzó a finales del XX.

Otro espacio nuevo; más bien ampliado es Los Rosales del Canal, donde aquí los nombres son de este cariz: Atraco a las tres. = Belle Epoque. = Volver a Empezar; Luces de la Ciudad, Ciudadano Kane, El Maquinista de la General – que termina en Casablanca. Av. – que no corresponde a la famosa película interpretada por Humphrey Bogart, sino el topónimo antiquísimo – Camino de Casablanca descrito en relatos de la Guerra de la Independencia y que proviene de la construcción del Canal Imperial dándole el nombre a la construcción que allí se alzó como vivienda y almacenes durante la realización de las obras citadas – al que han prolongado su longitud.

Como nunca llueve a gusto de todos y el Municipio no pregunta para poner nombres; Cuando estos están escritos sorprenden a todos, también pueden enfadar, o simplemente desatar la hilaridad, en aquel que reflexivamente lee dos veces el rótulo.

¿Qué pasara cuando se hayan agotado los nombres euforizantes, tal el que da pie a estas líneas? Se tendrá que recurrir a los rótulos más realistas como Calle del Cabreo, Mala Baba sería otro sugerente nombre que mostraría más certeramente el vivir de la ciudadanía ¿ Porqué a quien se le ocurriría poner el nombre bien intencionado de Parque de la Buena Vida, al lugar en donde, Parque o no; sirviera de refugio a algunos indigentes como sucede...O sucedía con la plaza – glorieta en el callejero – de los Zagries?

Claro que conforme pasa el tiempo cada vez lo tienen más difícil los munícipes en cuanto a la nomenclatura de las vías ciudadanas. La vida transcurre tan deprisa que ya no se repara en lo que cuesta tiempo realizarse. Por eso ahora seguro que tanto Severo Ochoa como Ramón y Cajal no merecerían la distinción.

Tiene que ser todo rápido – Una película dura un mes de fabricarse. Como mucho dura en cartel un año y de los que la componen algunos nacen y mueren con ella, como actores u otros de los oficios que en ese arte se desarrollan – Así ¿que objeto tiene la calle Belle Epoque, si es una película que dentro de un siglo nadie recordará? – O porqué no, La Escopeta Nacional, o El Ladrón de Bicicletas, más cercana que el de Bagdad que si tiene calle? En fin un rimero de preguntas sin respuesta, para la generalidad de los ciudadanos, otros saben que en las reuniones de la correspondiente comisión municipal se estudian los informes presentados por técnicos o especialistas y se aprueban o no en función de quienes compongan esa comisión y sus gustos o ideas .
Mientras tanto y contra el clamor de bastantes ciudadanos perviven calles con nombres que no lo merecen como el jefe de los requetes de Zaragoza en 1936 Jesús Comin o el de la falange Jesús Muro, así como de unos cuantos militones subversivos que alcanzaron la gloria por traidores a un gobierno legalmente instituido.

Parece ser que lo correctamente político es dejar las cosas como están porque lo pasado ya lo está y a nadie molesta. La actualidad requiere otras actitudes que el recuerdo de las injurias y humillaciones sufridas por la mitad de los españoles, en un tiempo que aún lejano, no ha sido olvidado, sobre todo por sus descendientes si los tuvieron o por sus familias que sí la tenían todos.

¿Porqué no recuperar honrosos nombres que hubo en el callejero zaragozano antes de 1936? ¡Ahí hay un reto para los ediles de esta ciudad! ¿Serán capaces de acometerlo? El tiempo lo dirá.

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