13.9.07

¡ BUEN PROVECHO !

Día a día mientras se come o cena la inefable televisión. Me da igual que cadena de las que tenemos a nuestro alcance; el programa que se vea, ya sean noticias, programas del corazón, etc. Cada dos por tres una tanda de anuncios que te quitan el hipo.
La publicidad nos aporta cosas; unas interesantes, otras vacuas, casi todas algo engañosas, a pesar de los códigos ontológicos y de buenas normas. Ejemplos se podrían poner a montones.
Otro aspecto de este asunto el las comparaciones de los publicistas que tú puedes sacar de la vida real y la vida publicitaria. Otro es las contradicciones en que se puede caer si se hace caso de lo publicitado.
Una marca de cafés ahora nos dice que el producto del cafetal es bueno para no oxidarse. Un limpiador escenifica una reunión de tres mujeres diciendo provocativas frases del portador del producto. Los hombres debíamos protestar ahora como hicieron o hacen ellas de la utilización de nuestra presencia. ¡ Pedazo mayordomo ! no es lo mejor dicho de un producto cuando el que lo porta es un hombre, y el producto tiene un nombre comercial, que después sí se dice.
Hoy cosas que no tienen explicación, por ejemplo la coincidencia un anuncio de producto dentífrico, me ha traído en ese momento la foto que El País de hoy trae en la página 24 Los dentífricos exigen que no se esconda la sonrisa, que se emplee el dentífrico y se podrá sonreír, incluso reír abiertamente. Les recomiendo a los señores de la foto, a dos de ellos sobre todo, esa marca de dentífrico, para que sea su risa clara y no escondida tras esas manos izquierdas que tan prestas están a hurtarnos la blancura de sus dientes bien cuidados.

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