24.9.07

DESMEMORIA


Hoy "El Roto" me da píe para volver a lo que me había prometido a mi mismo no tocar más. La política. Lector habitual del diario El País, de tanto en tanto nos ofrece reportajes sobre la recuperación de la memoria, hoy es uno de esos días en que además del reportaje, lo completa con un artículo de José María Ridao y una noticia referida a Izquierda republicana de Cataluña.


Uno de los primeros Ayuntamientos de Zaragoza

Toda esa información que suelo seguir con interés, debido más a que yo, en mi modestia
pretendo recuperar también esa memoria, no genérica sino exactamente de los que fueron silenciados por sus ideas, pero que tuvieron la oportunidad en su tiempo ellos pudieran expresarlas en un medio de comunicación; o fueron reflejados por su actividad en ese mismo medio, que pudo ser el detonante de su muerte - todos los muertos no lo fueron por ideas -.
Lo del Roto tiene su intríngulis dice: Propagar la verdad es convertirla en propaganda.
Perfecta tesis. Sesuda reflexión. Ciertamente que la propaganda es lo contrario de lo que se nos expresa en la viñeta. La propaganda es darle visos de verdad a lo que queremos propalar.
La ironía expresada resulta cierta cuando repasas la andadura de ese proyecto de Ley de la Memoria Histórica. Cuando lees las acusaciones que la oposición endilga al actual gobierno en relación con el asunto. Cuando en sus argumentos notas la hipocresía de sus palabras, en fin cuando ves que pretenden que perdure en el tiempo lo que la ciudadanía quiere olvidar definitivamente.



Este asunto de la permanencia es demostrado por el Sr. Ridao y es cierto. Hace algún tiempo confeccione un estudio sobre los nombres franquistas que las calles de Zaragoza ostentaban después de veinticinco años de concluida aquella dictadura.
El primer gobierno municipal democrático cambió el nombre de unas pocas, aunque emblemáticas calles. General Franco, General Mola, José Antonio Primo de Rivera, Calvo Sotelo; estos de los nacionales. De los locales suprimió el paseo que se había dedicado a una falangista de dieciocho años "caida" en Almudebar. Algún nombre alegórico como Fueros del Trabajo y dos o tres más. Cuando se instauró aquella dictadura, el callejero de la ciudad fue saqueado a modo: se cambió el nombre a ciento seis calles de las entonces existentes en Zaragoza; luego durante el resto de dictadura se llenó el nomenclátor de nombres afines al nuevo orden establecido. Militares sin mérito, batallas por ellos ganadas, curas, santos, obispos, vírgenes... y cuando se abordaban otros ciudadanos su mayor mérito era ser adicto al "movimiento" sindicalista, educador - que no maestro - en fin todos aquellos que todavía hoy permanecen y que implícitamente perpetuán aquella odiosa guerra y sus efectos.
Qué objeto sí no, tiene que en el año 2007 perdure la calle - San Simón (Posición) - además camuflada?
Es ésta una de las circunstancias que hacen imposible la aprobación de esa Ley? Qué impide a los actuales representantes de la derecha española ir al ritmo que marca la sociedad? Creen que una ley que no tiene otro efecto que dignificar a una ingente cantidad de hombres y mujeres que fueron además de asesinados, vilipendiados y condenados al silencio eterno?
Además, también hay otros que con sus pretensiones radicales están poniendo palos a la rueda...pero eso para otra ocasión. Por hoy y hasta que vuelva a ser estimulado ya vale.

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