17.11.06

otro paseo por el casco viejo



Mi primera incursión en la terapia que supone el lanzarse uno a poner negro sobre blanco lo que le viene a la cabeza, fue sobre una de las calles importantes de esta mi ciudad; el Coso, vía proveniente del siglo primero antes de Cristo y que ilustraba con una estampa de las más de tres mil que el Ayuntamiento de esta ciudad tiene colgadas en su Web; hoy el paseo que ofrezco tiene otro derrotero.
Esta vez el camino va por la ampliación que aquella villa romana soportó cuando los musulmanes conquistaron la ciudad.
El perímetro romano pasado algún tiempo, se les queda pequeño y ampliaron la ciudad hacia el sur-oeste de su emplazamiento primitivo, así nació un nuevo barrio que aún perdura y que desde que la ciudad paso a manos de los cristianos, allá por el año 1118, se le llamo barrio de San Pablo, al contrario de la parte del arrabal que partiendo de la puerta Cinegia, en dirección sur, fue suprimido en su mitad oriental y que recientemente ha suscitado una fuerte polémica y un gasto inútil a la ciudad al ser “ descubierto” el arrabal Sinhaya.
Polémica por su conservación, permanencia en el lugar del hallazgo, exhibición al público como atracción turística; tomándose la solución salomónica de enterrarlo de nuevo.
Gasto inútil, el que supusieron los trabajos de excavación, nuevo enterramiento y mantener el garaje proyectado; pero ahora disminuido en su superficie y produciendo un tapón al tráfico de considerables dimensiones.
Como el entramado es antiguo y aun a pesar de tener una estructura árabe; calles estrechas, la configuración es una retícula cruzada, casi de las mismas dimensiones que el casco primigenio que hoy se va ensanchando conforme se mete la piqueta o la desidia hace mella en sus edificios.
La calle de la que hoy voy a hablar es la de Echeandía (D. Gregorio) y su callejón del Saco, que acompañaré con la ilustración de las fotos que les corresponden del archivo municipal. En mi anterior excursión, parecía que solo existiera en Zaragoza ese callejón; no es así e iré hablando de los demás durante algún tiempo.
El trazado de la calle de Echeandía, viene reflejado en todos los mapas o planos que se han dibujado para mostrar las calles de la ciudad; unos ajustados a la realidad, —los actuales— otros imaginarios, —los que pretenden recrear la ciudad sobre la base de documentos de la época — de cualquier forma esa calle y su callejón vienen reflejados en todos ellos.
Lo que sí ha variado indudablemente, será su estructura y como no, la denominación. Así durante la época que está documentada se ha llamado desde por lo menos el siglo XV “Sobrejuelas” con distintas grafías y pronunciaciones; Abrejuelas, es el nombre que le da Salvador Ibáñez en un callejero del año 1795—el más antiguo de los que conozco— así la denomina. Si avanzamos unos años más; 1860, en el callejero de la Guía de Zaragoza editada por Joaquín Yagüe Benedicto aquí es denominada, Obrejuelas. Unos años más tarde, concretamente tres; aunque la orden era ya de hacia trece años, el Ayuntamiento de Zaragoza al igual que los del resto de la Nación, confeccionan los nuevos nomenclátores, con arreglo a las normas establecidas por la Comisión de Estadística.
Imagino que como el de Zaragoza, otros ayuntamientos aprovecharon para cambiar algunos nombres de las calles de la Ciudad que a los ediles de entonces; como dice el articulo 11. º relegando al olvido todos los nombres, que repugnan ó disuenan, para sustituirlos con otros agenos á tal defecto, como quiera que en muchos casos solo reciban su etimología y significación del objeto ó cosa con ellos especificada. Así desaparecieron nombres como Albardería, Ilarza, Moscas, Traición, los nombres que dejaban libres estas denominaciones fueron llenados con otros que como se decía en otro de los artículos honraban a personas o hechos que enaltecían a la ciudad.
En aquella época, aunque ya había pasado casi medio siglo, de la invasión napoleónica, el recuerdo en la sociedad que salió indemne de aquella magnificada epopeya; así la calle Albardería paso a llamarse Cerdan, (D. Juan Jiménez) Ilarza paso a llamarse Casta Álvarez, a la de Moscas, le dieron el nombre de Ossau, (D. José Pellicer de) había sido cronista de Castilla, y la última la de la Traición le fue adjudicada a una noble familia aragonesa los Atares.
La que me ocupa “Sobrejuelas” y de la que no he encontrado etimología posible, le adjudicaron el nombre del botánico y farmacéutico zaragozano D. Gregorio de Echeandia; extrañamente el callejón que esa calle tenia (el Saco) existente al principio de la calle mantuvo su nombre y permanece en el callejero. Eso sí sin con una sola vivienda habitada y el asfalto de la calzada, el resto es un solar.
La estampa que ofrezco esta tomada en los años cincuenta cuando este sector era pujante y vivo.
Un poco antes de darse de bruces con este callejón en la primera intersección de la calle con la de San Pablo; desde hace por lo menos tres siglos existe con el mismo nombre y en el mismo lugar y la misma función, una casa posada llamada de las Almas sita en esta ciudad y calle de San Pablo, número veintidós moderno — este párrafo extraído de un documento de 1903, pertenece a una declaración de bienes de Don Manuel Castillón y Tena, Senador por Zaragoza en la fecha anterior, repitiendo a la legislatura siguiente 1905; también fue Alcalde de la Ciudad en el periodo de julio de 1895 a junio del año siguiente, tanto la casa de la posada como la contigua pertenecían a Don Manuel, en la actualidad que sigue funcionando como hotel, no sé si sigue perteneciendo a la familia o ha cambiado de dueño, el caso es que ahí esta, con un poco mejor aspecto que el trozo de calle al que me refiero —
Yo voy a mostrar las fotografías tanto de el callejón como de la calle, que como digo están en la Web del Ayuntamiento, en cuanto a la literatura y algunos datos están extraídos de tres obras facsimilares publicadas en los años ochenta del pasado siglo, en esta ciudad en cuanto a la declaración de bienes del ex alcalde son de la pagina del Senado español.

1 comentario:

David Corellano dijo...

El caso es que no me hago al idea de dónde está exactamente.... En todo caso, me gusta más la denominación de Callejón del Saco...... Por cierto, al señor Yarza, le has quitado la Y... ;-)