19.11.06

Recuerdos

Ayer en mi excursión fotográfica; pomposamente denominada por mí como safari, en recopilación de material para seguir la línea que he marcado como proyecto para unos cuantos blogs recorriendo los callejones que en el casco antiguo perviven, me tope con un recuerdo personal que de tarde en tarde acude a mi mente.
El recuerdo es una de las etapas de mi vida laboral. En una de las calles por las que pasé, mal aprendí, el oficio de panadero. En la calle Perena – D. Felipe – que se había llamado antes en 1860 –Albardería (Subida de la) – y con anterioridad – Bajada de Marín.

La fotografía en blanco y negro, que ilustra este recuerdo, – plasmado en palabras para otros, – para mí no es necesario, pues aun habiendo pasado los años y algunos otros empleos más, nunca he olvidado esa calle y la casa donde estaba ubicada la panadería, que casualmente en la imagen es la parte izquierda, hasta la raya luminosa resultante de la luz proyectada por un callejón que contenía los números 12, 14, 16 y 18, estando el 20, otra vez en línea con la calle y en esa esquina nace la. calle Paraíso

Como bien digo, cada vez que por ese entorno discurren mis pasos, la memoria se agudiza y los recuerdos de aquellos años acuden en tropel; la evocación de los años jóvenes y su decurso, tratas de incardinarlos en el paisaje que tienes ante tus ojos y entonces, la realidad en una cruel alegoría se muestra realmente ante tus ojos.
El medio siglo que va, entre tu trabajo en ese entorno y la actualidad, se presenta agobiante. La casa en que estaba la panadería ha desaparecido, solamente queda un solar, lo mismo sucede con más de la mitad de los edificios que tanto en la izquierda como en la derecha formaban la calle; lo mismo hay que decir del resto del entorno, Plaza de la Corona, calles, Sombra, la ya dicha calle de Paraíso, Condesa de Bureta, Plaza del Ecce Homo, calle Morata, de Antón Trillo y calle Galo Ponte y todo ese entorno que es una verdadera ruina.

Entonces te miras tú y no lo quieres creer pero también estas cerca del derribo, te mantienes en pié pero las goteras irán minando el edificio y el día menos pensado se vendrá abajo, como le ha sucedido al sector que antaño acogía tu juventud.
Terminado el escarceo vital, vayamos a lo que interesa; las calles, sus nombres y su aspecto.
La Plaza de la Corona, le fue dado el nombre en 1863, antes se venía llamando de la Cruz del Eccehomo y Del Cristo . La calle Sombra dice el callejero de 1863, “ careciendo hasta ahora de nombre esta calle, se ha adoptado para ella uno indiferente y sin etimología especial “ dentro de algunos años no tendrá ni etimología ni edificios. Paraíso.
La primera descripción de esta calle en 1795 dice en el índice Calle del Parayso pag. 36 vamos a esa página y allí nos indica su situación Calle del Paraíso. Esta calle està junto à San Felipe no tiene salida, y proxima à bajar al Mercado por la Calle de Antón Trillo El siguiente callejero 1860 le da la entrada por Albardería (Subida) y la salida constata que no existe, con lo que nos orienta perfectamente. Otro callejero este de 1900 y que hizo Tomas Ximenez de Embún dice,(callejón sin salida ni nombre.) Es el Callejón del Paraíso aunque pomposamente se le denomine calle. Luego retomaremos esta calle.
La de la Condesa de Bureta tiene su arranque en 1863, en que se dá el nombre de esta dama de la alta sociedad zaragozana a la calle que está detrás de la casa de los condes. Antes ese trozo se había denominado Antón Trillo y todavía sigue llamándose como entonces el trozo que no fue adjudicado a la condesa. Por cierto es la más entera de las calles de ese entorno.
La plaza del Ecce Homo, mantiene el nombre y en ella hay dos edificios uno a la derecha de planta relativamente nueva y otro enfrente ahora en restauración y que albergará un museo. La calle Motara tiene una pared de la Iglesia de San Felipe y en la izquierda algun edificio ruinoso y que comenzó a llamarse así antes de 1860, ya que en esa guía, ya viene referenciada con ese nombre que puede corresponder a los Condes de ese nombre, no he encontrado otros antecedentes.
Y por último la de Galo Ponte. En 1795 se la cita de esta manera Subida de los Gigantes. Esta està tocando con el Palacio del Exmo. Señor Capitan General. En 1860 se denomina Gigantes a secas en el siguiente 1863 se le cambia la denominación pasando a llamarse Audiencia y en la nota explicativa dice: Ignórase la etimología de la actual denominación de esta calle, pero juzgándola impropia, se ha remplazado con la de la Audiencia, con la cual confronta.
La etimología le viene de los dos gigantes que uno a cada lado de la puerta del Palacio adornan la fachada ; también dice el cronista citado que se había llamado Subida del Conde de Morata. Posteriormente la Dictadura de Primo Rivera le dio a la calle el nombre que ahora ostenta siéndole suprimido y retornado el anterior por el primer gobierno municipal de la II República. Al morir el señor Ponte, en 1943 que había sido fiscal en Manila Fiscal el Supremo durante la Dictadura y Ministro de Justicia de 1930 a 1931 el ya consolidado régimen fascista le retornó el nombre del Jurisconsulto adicto a ellos. Así esta calle que comenzaría como un portillo de salida de la muralla tuvo en el transcurso de su historia ; seis en total, tomando el mismo nombre dos veces y perdurando hasta nuestros días.

2 comentarios:

David Corellano dijo...

Muy interesante lo de tu pasado panadero......, eso no me lo habías contado nunca.... Y lo del derribo, un poco exagerado ¿no? Ya te apuntalaremos con un bastoncito por ejemplo ;-)

Julián Moyano dijo...

a este ritmo pondrán una calle en tu honor, aunque sea en valdespartera